Las noches finales están marcadas por los enfrentamientos entre la Camarilla y los Anarcas, y los ataques del Sabbat. Pero existió en el siglo XX una Secta tan libertaria como los Anarcas, tan sangrienta como el Sabbat y tan descomunal como la Camarilla. Se sabe que las inacabables tierras del país más grande del mundo estaban gobernadas por un Consejo Brujah empeñado en llevar su revolución al mundo entero. Se sabe en el ocaso del siglo desaparecieron de la noche a la mañana. Poco más se filtró a través del Telón de Acero.
Hoy en los Archivos de la Noche desvelamos qué y cómo fue el Soviet de la Noche. Una ambientación histórica que ofrece una política completamente diferente de la que se puede jugar en el resto de Sectas.
La historia de la URSS, desde el inicio de la revolución hasta el trágico final del Consejo, está llena de momentos interesantes. Aquí nos vamos a centrar en la mitad del siglo, desde el final de la Segundad Guerra Mundial en 1945 hasta la muerte de Stalin en 1953.
Historia de la Revolución vampírica
Cartago
Puede ser sorprendente sostener que la revolución rusa tuvo su origen en un conflicto entre los romanos y su rival comercial, pero en el Clan Brujah siempre, o casi siempre, se trata de Cartago.
La historia es conocida. En la poderosa ciudad fenicia el Clan de los Reyes-Filósofos creó una utopía donde mortales e inmortales convivían en plena armonía. O al menos así lo cuenta el Clan.
Los Ventrue movilizaron el poderío romano para atacar la ciudad, reducirla a cenizas y sembrar los campos de sal para que nada volviera a crecer. Los Brujah jamás perdonaron la destrucción de su ciudad idílica, y desde entonces han mantenido una rivalidad constante, en la que generalmente no les ha ido bien. Excepto ahora, piensan.
La Revuelta Anarca
Entre los fuegos de la Inquisción, los Antiguos Brujah creyeron ver la oportunidad de revancha apoyando a los Anarcas en una guerra que se llevó por delante a dos Antediluvianos y borró la cultura y el legado de los poderosos Cainitas de la Edad Oscura.
Viendo cómo esa pequeña revolución se les había ido de las manos, recularon y trabajaron para que sus chiquillos rebeldes se rindieran y aceptaran entrar en la nueva Camarilla que uniría a los Vástagos para que no volvieran. El Clan Brujah se unió como perdedores a una sociedad regentada por sus enemigos, lo que lejos de favorecer la paz aumentó el rencor.
Nuevas ideas y revoluciones
Unidos bajo una misma bandera y con los horrores de la guerra marcados en sus carnes, el enfrentamiento violento a gran escala estaba fuera de la ecuación. En lugar de eso, se pasó a una lucha de poder, generalmente a través de peones humanos que luchaban y morían por ellos.
Con los Ventrue profundamente implantados en la nobleza y la realeza, los Brujah tenían las de perder. Entonces el Clan Brujah, o mejor dicho, la facción Idealista del Clan, buscó un espacio propio. Recordando sus inicios como filósofos, los Idealistas se apegaron astutamente a las Universidades y los lugares donde se desarrollaba el pensamiento. El presente lo tenían perdido, pero a través de las nuevas corrientes de pensamiento podrían estar mejor adaptados que sus enemigos a lo que viniera del futuro.
Desde sus posiciones de poder, los Antiguos Brujah apoyaron la Independencia Americana, la Revolución Francesa y todos los movimientos liberales que sacudieron Europa. Era la manera de combatir a los peones Ventrue.
Aunque el daño fue tremendo por un tiempo, los Sangreazules supierion adaptarse mejor de lo que habían pensado. En realidad, el clan conservador ya había había puesto algunos huevos en la burguesía. Supieron utilizar el liberalismo que con tanta pasión habían defendido los Brujah en un instrumento del dominio de una nueva aristocracia a través de las inmensas riquezas que pronto empezaría a dar la Revolución Industrial.
El Socialismo
La Chusma siguió apegada a las corrientes ideológicas y los movimientos sociales, como el nacionalismo, que acabó siendo igualmente una forma de dominio. Pero el siglo que XIX trajo ideas que prometían acabar con las clases sociales, y por tanto las élites de las que los Ventrue se beneficiaban: el socialismo.
Los estudiosos Brujah siguieron con interés el desarrollo del socialismo científico y el anarquismo. Los más inclinados a la acción apoyaron huelgas y actos terroristas para debilitar a los burgueses del enemigo. En los sindicatos el Clan encontró una fuerza que pudiera oponer a las policías y ejércitos que controlaban sus rivales, y también patrocinaron igualmente las distintas Internacionales con las que pretendían llevar la lucha a una escala global.
Muchos socialistas recibieron el Abrazo del Clan, y aún hoy en día algunos defienden apasionadamente sus tesis. Otros Brujah tenían más edad, pero igualmente se convencieron de estas doctrinas idealistas. Pero a una escala global el Clan utilizaba la lucha obrera de forma estratégica.
Preparando una Revolución
Viendo la fuerza de los Brujah en la Rusia de 1946, nadie se atrevería a adivinar que al inicio del siglo la presencia del Clan era testimonial. La Estirpe allí estaba dominada por Ventrue, Toreador, unas pocas Capillas Tremere, grupos de Gangrel errantes y algunos Ancianos del Viejo Clan Tzimisce, que libraban sus guerras contra los Lupinos desde tiempos inmemoriales. La Camarilla había tardado en llegar a Rusia, pero por fin se había asentado en casi todas las ciudades.
El centro de la más fiera oposición a los Sangre Azul estaba, sin embargo, en Alemania y algunos de los países al este de la misma. Desde allí, estos Brujah apoyaban a grupos de acción socialista que operaban por Europa.
A finales del siglo XIX Rusia, como otras monarquías europeas, iba dando bandazos entre la necesidad de modernizar el país e incluir ciertas libertades y la reticencia de la monarquía abandonar su poder absoluto. Como reacción a ese inmovilismo y a las pésimas condiciones de vida de obreros y campesinos, las organizaciones anarquistas y socialistas crecieron por el país y el terrorismo causó estragos.
Viendo la debilidad de la monarquía, algunos Brujah europeos trataron de mudarse al imperio, pero los Príncipes Ventrue y Toreador, reconozcamos que con buen criterio, les negaron la hospitalidad. Los primeros miembros de la Chusma se infiltraron en el país de forma clandestina.
A princicipios de siglo una coterie Brujah que desde Múnich apoyaba la desestabilización de las monarquías por Europa, conocieron a Vladimir Ilyich Ulyanov, un revolucionario ruso exiliado. Los vampiros quedaron impresionados por su inteligencia, su carisma y su total fe en la teoría marxista. Le ofrecieron apoyo y financiación, y Vladimir usó ese tiempo para establecer relaciones con otros revolucionarios y desarrollar nuevos escritos, bajo el pseudónimo de N. Lenin.
Lenin asistió en Londres al Segundo Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, donde tuvo una gran discusión con otro revolucionario llamado Yuli Mártov. Mártov quería hacer un partido de base, con la participación del máximo número de obreros que quisieran afiliarse. Lenin, por su parte, pensaba que el partido debía ser mucho más cerrado, un cuerpo de revolucionarios profesionales que dirigieran la acciones de sus simpatizantes. La disputa abrió una brecha entre los asistentes, creando una división, blocheviques y mencheviques, que marcaría todo el proceso revolucionario. Los Antiguos Brujah no estaban interesados tanto en su revolución como en tener un instrumento que pudieran dirigir contra sus enemigos, por lo que decidieron apoyar a los bolcheviques de Lenin.
La revolución de 1905
En 1905 el descontento ante la explotación campesina y obrera estalló en las calles y campos. Una manifestación pacífica dirigida por un sacerdote que pretendía ser recibida por el zar para ponerle en conocimiento de las penosas condiciones laborales de los obreros, fue recibida a disparos por los soldados monárquicos. Por todo el país se levantaron huelgas y protestas masivas que pusieron a la monarquía contra las cuerdas.
Nicolás II, que se había resistido a ceder un ápice de su poder absolutista, se vio obligado a proclamar tolerancia religiosa, libertad de expresión y a dar el poder legislativo a un parlamento, la Duma, votado por los ciudadanos.
La Duma de Nicolás II, sin embargo, resultó ser una pantomima. El zar no estaba obligado a sancionar las leyes que aprobara, y podía disolver el Parlamento en cuanto no le gustara lo que sucediese dentro, como de hecho hizo en tres ocasiones. Los parlamentarios, por su parte, trataban de ampliar su margen, intentando hacerle la contra a la monarquía para que diera verdaderas libertades y poder real a los representantes de los ciudadanos. Finalmente, cansado de que del Parlamento vinieran protestas que no le gustaban, Nicolás II cambió la ley electoral para dar más peso al voto a las élites nobiliarias, consiguiendo así un reparto muy cómodo para sus posiciones.
Los socialistas y anarquistas no sentían que la situación de los obreros mejorase, y siguieron realizando protestas, sabotajes y actos de terrorismo. Los Brujah y otros Anarcas aprovecharon el caos y la neutralización de los típicos agentes de los Ventrue para hacerles la guerra a los Príncipes en varias ciudades y consolidar poder.
Éstos quedaron un tiempo a merced de las tácticas Anarcas, pero respondieron promocionando, a través de la monarquía, movimientos antirrevolucionarios como las Centurias Negras, un grupo tradicionalista y antisemita que recuerda sorprendentemente a las milicias irregulares que más tarde aparecerían apoyando al fascismo y el nazismo.
Las revolución de Febrero
En 1917 Rusia se desangraba por la Primera Guerra Mundial. El desasosiego por años de una guerra desastrosa se unían a las pobres condiciones de campesinos y obreros, que además eran los que sufrían las penurias de la guerra. Las catastróficas medidas del zar para afrontar estos problemas dejaron la credibilidad de la monarquía por los suelos. La medida de racionar los alimentos debido a la guerra era la última chispa que el país necesitaba para volver a prender en llamas.
Las huelgas masivas regresaron y pronto empezaron enfrentamientos armados con la policía. Los reservistas del ejército, que eran contrarios a la guerra, se unieron a los socialistas y proveyeron de armas a los sublevados. Todo el país estaba sumido en la anarquía.
La Duma transmitió al zar, que se había desplazado al frente para dirigir a las tropas personalmente, que debía abdicar como única forma de apaciguar el país. Nicolás II, reacio a perder su privilegio, se negó y trató de regresar a Petrogrado. En una muestra del poder que tiene el proletario cuando se une, los trabajadores del ferrocarril desviaron el tren durante la medianoche, enviando al zar a 300 Km de allí.
La situación se acabó deteriorando hasta que al zar, totalmente impotente, tuvo que abdicar.
La Duma constituyó un gobierno provisional, con la misión de gobernar el país hasta que se celebrasen las elecciones constituyentes. Pero aunque tenían el poder oficial, había otro organismo que en la práctica ostentaba un poder mucho mayor: el Soviet de Petrogrado.
La Revolución de Octubre
Los Soviet fueron asambleas de trabajadores que se constituyeron en las principales ciudades. No eran exactamente sindicatos, pero cumplían una labor parecida, organizando huelgas y protestas.
El poder de los Soviet era inmenso. Quizás no se ha vuelto a ver a la clase trabajadora tan organizada, unida y consciente se su propia fuerza. Fue capaz de desarticular un golpe de estado a base de impedir el transporte por ferrocarril y la provisiones hasta que el ejército golpista tuvo que disolverse sin dar un solo tiro. Mientras el ejército del país estaba movilizado en la Primera Guerra Mundial, y la guardia zarista estaba desarticulada, muchos soldados reservistas formaban parte del Soviet y estaban dispuestos a tomar las armas.
Es por eso que el gobierno provisional tenía un poder muy limitado y se veía obligado a buscar constantemente el beneplácito del Soviet de Petrogrado.
Todo eso a pesar de acarrear la fuerte división entre bolcheviques y mencheviques, que no se había zanjado sino profundizado. Los mecheviques, siguiendo la teoría de Marx al pie de la letra, pensaban que debían apoyar la democracia burguesa para que el capitalismo alcanzara el punto de desarrollo en el que un sistema socialista sería sostenible. Por tanto, se entendían con el resto de partidos de la Duma. Los bolcheviques, sin embargo, eran partidarios de hacer la revolución socialista ya, y hacerlo por la fuerza. Lenin volvió a Rusia y se convirtió en el líder más notable de la facción bolchevique.
Los Brujah se volvieron a aproximar a Lenin y pusieron todas las cartas sobre la mesa. Desvelaron los secretos de la Estirpe y le ofrecieron una alianza: el Clan protegería a la revolución y los Soviet neutralizarían a los agentes del Príncipe en el mundo mortal: empresas, prensa, policía, etc.
Los Vástagos no imaginaban hasta que punto la verdad horrorizó a Lenin. El vampirismo era usado a menudo como metáfora de la explotación capitalista. Tener como aliados a parásitos que se alimentaban literalmente de la sangre de los trabajadores era todo lo contrario a sus principios. Sin embargo, decidió aceptar la fuerza que le brindaban estas criaturas, consciente del poder de sus enemigos.
Por aquel entonces el Clan se había dividido en dos facciones informales según la forma en la que entender el papel en la revolución. Se llamó cientifistas a los intelectuales que pensaban que los Brujah debían apoyar la revolución, pero dejar a los mortales que desarrollaran su contenido ideológico. Los Anarcas debían concentrarse en su propia guerra, y crear una alianza duradera entre Vástagos y Ganado.
Los que se llamaron dirigistas, por contra, pensaban que los mortales tenían mentes limitadas por una corta experiencia vital, y un largo historial de revoluciones que se podrían por el camino. Creían que los Brujah estaban en el mundo para diseñar la sociedad socialista ideal, y para llevarla a cabo tenían que controlar a los líderes de la rebelión y dictarles las ideas.
Estos dos grupos estaban en parte ligados a las visiones de mencheviques y blocheviques, aunque la identificación no era unívoca.
Aparte de esta división de trazo grueso, en realidad cada Brujah tenía su propia idea de cómo debía de ser la revolución de los mortales y la estrategia de los Vástagos. Las broncas eran frecuentes y fácilmente explotables por agentes encubiertos del Príncipe. Para evitar que una guerra fraticida engullera a los rebeldes y dejara prevalecer a los Antiguos, los Anarcas tomaron nota de la organización que los mortales estaban usando con tanto éxito. Fundaron el Soviet de la Noche en Petrogrado, jurando respetar las decisiones votadas por la mayoría. El modelo fue un éxito y se extendió por las principales ciudades del imperio.
Una de las primeras decisiones aprobadas por el Soviet iba encaminada también a evitar la guerra interna: no convertirían en Ghoul ni controlarían mentalmente a Lenin ni a ninguno de los otros líderes revolucionarios de importancia.
A lo largo de los casi ocho meses que duró el gobierno provisional, la guerra sin cuartel entre los Anarcas de Petrogrado y el Príncipe Sergei se estancó en un equilibrio sangriento. Los Anarcas debieron incrementar su número para hacer frente a los Vástagos “del régimen” y para suplir las bajas. No queriendo mermar la capacidad de la revolución dando el Abrazo a intelectuales clave del movimiento, sus filas se nutrieron de revolucionarios comprometidos pero sin papeles importantes. Esto creo un perfil de nuevos Brujah menos intelectuales y críticos y más devotos de la causa.
Para salir de la situación de tablas violentas en las que parecía haberse estancado el conflicto, el Soviet de la Noche decidió finalmente forzar la situación política humana. En una clara victoria de las tesis dirigistas, los Vástagos se aliaron con los bocheviques para dar golpes simultáneos en los mundos mortal e inmortal. Mientras los vampiros se ocupaban de enemigos clave, los trabajadores y soldados del Soviet tomaron puestos clave de los peones del Príncipe y sus Antiguos, como edificios del gobierno o la oficina de telégrafos. El Soviet desplegó su fuerza militar. Nada menos que cinco destructores completamente surtidos de personal llegaron al puerto de Moscú para apoyar la revolución.
El asalto al Palacio de Invierno, custodiado por milicias leales al gobierno y soldados cosacos, podría haber sido un costoso asedio si no fuera por la fuerza sobrenatural. Algunos Anarcas se infiltraron, y tras combatir con algunos Vástagos de la Camarilla, consiguieron “convencer” a las distintas fuerzas de que se retirasen “por su propia voluntad”. Poco tiempo después las milicias bolcheviques pudieron tomar el lugar sin violencia. En cuanto al Príncipe, todo parece indicar que no estaba en el palacio o burló de alguna forma a los atacantes. Nunca se supo nada más del Príncipe Sergei, lo que da pie a abundante rumorología.
Con los bolcheviques al mando de todos los resortes del poder en Petrogrado, la Duma aceptó transferir el poder legislativo al Soviet y eligió a un nuevo gobierno provisional sovi´ético, con Lenin como líder. El propósito era manejar el país hasta las elecciones de la asamblea constituyente, lo que no impidió que se pasaran decretos para salir de la Guerra Mundial y abolir la propiedad privada.
Entre los Vástagos, el Soviet de la Noche proclamó el triunfo de la revolución y el inicio de una nueva era. Una mayoría votó contra elegir a un Príncipe, Barón o cualquier suerte de líder. El sistema asambleario había servido para a duras penas contener la riña interna, y era un sistema adecuado e innovador para la nueva Estirpe.
La Guerra Civil
Los resultados de las elecciones fueron, diciéndolo suave, decepcionantes para los bolcheviques. Tanto ellos como sus patrones sobrenaturales, esperaban arrasar, y fueron la segunda fuerza, detrás de los Socialistas-Revolucionarios, otro partido con mayor presencia entre los campesinos.
Las primeras acciones del nuevo parlamento fueron anular los decretos de los Soviet, y éstos respondieron disolviendo la cámara tras su primera y única sesión. Sabedores de un respaldo extra-mundano, los bolcheviques se prepararon para consolidar el poder en toda la nación.
No obstante, la toma del poder no quedó sin contestación. Inicialmente, sectores leales al gobierno provisional se rebelaron. Muy notablemente, los cosacos se mantuvieron leales al presidente Zerensky. Pronto, a los bolcheviques les salieron enemigos de todo tipo: mencheviques, monárquicos, ultraderechistas, independentistas, y hasta un grupo de soldados checoslovacos que estaban de paso en su huida hacia EEUU. Todos ellos fueron conocidos colectivamente como el Ejército Blanco, a pesar de contar con orígenes y motivaciones contrapuestas.
Por supuesto, para los vampiros esto no era más que el telón de fondo para su propia guerra. Habían triunfado en Petrogrado, pero todavía tendrían que ganar todas y cada una de las ciudades del país.
Por su parte, el sonado triunfo de los Anarcas puso en pie a la Camarilla a nivel internacional, pues no se había visto un éxito semejante de los rebeldes desde la Revuelta del Renacimiento. En un intento por destruir al movimiento mortal que les daba apoyo, movieron todos los hilos posibles para involucrar al mayor número posible de potencias en la guerra: Japón, Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Grecia, Yugoslavia, Rumanía, Italia, China, Canadá, Australia, India, Sudáfrica, Alemania, Imperio Austrohúngaro y el Imperio Otomano participaron de una forma u otra en la contienda. Sólo a través de los vampiros puede explicarse que potencias de ambos lados encuentren fuerzas en mitad de una Guerra Mundial para dedicar al conflicto de otro país.
Finalmente el Ejército Rojo se impuso y se formó en consecuencia la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, de la cual, al menos en teoría, la República Rusa era tan sólo la más grande de la federación. En la guerra nocturna, los Anarcas no dominaban aún todo el país, pero sí podría decirse que habían triunfado en las principales ciudades y estaban listos para llevar su revolución a toda la nueva Unión Soviética.
El Terror Rojo
Sin piedad, sin excepción, mataremos a todos nuestros enemigos en número de cientos. Que sean miles, dejémosles ahogarse en su propia sangre. Por la sangre de Lenin y Uritsky… que haya ríos de sangre burguesa… más sangre, tanto como sea posible…
Krasnaya Gazeta, un periódico del Ejército Rojo
A pesar de la guerra y los focos de resistencia, los bolcheviques tenían el entusiasmo de la victoria y la fe en su causa. Los Brujah, sin embargo, temían que sus enemigos pudieran usar a su favor los sectores sociales que eran, como mínimo, reacios a la revolución.
Mientras la Rusia bolchevique era atacada en todos los flancos dentro y fuera del país, los Anarcas que alimentaron la paranoia de Lenin y otros revolucionarios. El problema no era ya las sublevaciones en distintos territorios, el verdadero peligro era la quinta columna, los elementos contrarrevolucionarios que podrían desarmar las defensas rojas desde la retaguardia.
Azuzado por el miedo a que el enemigo interno deshiciera su revolución, finalmente Lenin creó una policía política, la Comisión Extraordinaria Panrusa, VChK, la infame Checa. Rápidamente el nuevo cuerpo adquirió poderes casi ilimitados, y abusaron de acusaciones infundadas y ejecuciones extrajudiciales. Igualmente fueron creados campos de trabajo, incorrectamente conocidos como gulags fuera de Rusia, para prisioneros políticos.
Los Anarcas más moderados se espantaron de los crímenes y represión del conocido como Terror Rojo. Veían la mano de los dirigistas para eliminar la pluralidad de pensamiento y controlar mejor por dónde iba la revolución. Para los Vástagos más antiguos y deshumanizados, no era diferente a ninguna otra barbarie humana, y el precio de unas pocas decenas de miles de mortales bien valía para construir la sociedad ideal que aboliera la explotación del hombre. Para muchos neonatos Abrazados en el fervor revolucionario, el precio también era asumible.
Además de la checa, la alianza de revolucionarios mortales e inmortales creó un cuerpo ultrasecreto al que entrenaron para cazar vampiros. Así, los Brujah dispusieron de este cuerpo contra sus rivales de la Estirpe, la checa contra los peones mortales de éstos y los campos de trabajo como una fabulosa reserva de sangre.
La facción dirigista, borracha de éxito y poder, no se imaginaba lo caro que le resultaría todo lo que estaban ayudando a tejer.
La sucesión de Lenin
A pesar de todos los obstáculos, a pesar también de los errores y los crímenes propios, la revolución estaba marchando como muchos jamás habrían llegado a creer. Pero ahora que la Camarilla iba siendo barrida y en el país se iniciaban las reformas para una verdadera sociedad igualitaria, las diferencias entre los Brujah se hacían cada vez más relevantes.
La facción dirigista estaba consiguiendo posicionarse mejor. Aún no dictaban los principios de la revolución a los mortales, pero tuvieron mucha influencia en quien ascendía al poder y qué se hacía.
Los cientifistas por su parte estaban bastante preocupados con que la acción directa de los bolcheviques y su represión contra anarquistas y mencheviques, estuviera dañando la pluralidad y la libertad intelectual, destruyendo el caldo de cultivo de ideas que debería haber sido una revolución llamada a transformar el mundo para siempre. Estos moderados vieron su oportunidad cuando Lenin empezó a dar señales del deterioro de su salud.
Lenin tenía dos hombres de confianza que eran mirados como posibles sucesores. Iosef Stalin era justo lo que los dirigistas querrían para dirigir la revolución. Un hombre de acción dado a tomar decisiones osadas aún a riesgo de su propia vida, resonaba con el espíritu inquieto de muchos Brujah. Por contra, León Trotsky era un intelectual, y los cientifistas pensaban que ahora que se había eliminado a la oposición era el momento de volver a promocionar el pensamiento.
En un movimiento que sus rivales no predijeron, los Brujah moderados consiguieron socavar la confianza que Lenin tenía en su amigo Stalin, y que dejara por escrito que sería un peligro si accedía al liderazgo.
Poco importó, en realidad. Cuando finalmente el cerebro de Lenin colapsó, Stalin tomó el poder haciéndose ver por todos como el mejor amigo y servidor de Lenin y su sucesor natural. Trotsky tuvo que huir del país, y dedicaría el resto de sus días a promover un socialismo más democrático que el de la URSS, hasta que un agente de Stalin lo asesinó con un piolet en México.
¿Fue Lenin un Ghoul?
A pesar del pacto de no hacer del líder un peón, varios Vástagos que conocieron a Stalin creen que podría haber sido un ghoul de algún Brujah, quizás desde antes de involucrarse con el resto del Clan.
Como indicios aducen su capacidad para extasiar a las masas con su oratoria y la incontrolable ira que se apoderaba de él cuando le contradecían.
También se teoriza que su enfermedad se pudo deber a un problema cerebral agravado por la fuerza con que la sangre ghoul bombea, muy especialmente la de los Brujah cerca de un frenesí.
Como nuevo líder soviético, Stalin intensificó la represión política y las reformas económicas para industrializar el país, muy atrasado respecto a Europa, a gran velocidad. Paradójicamente lo hizo reduciendo los derechos de los obreros y explotándolos aún más que antes de la llegada de los bolcheviques. Su colectivización agraria forzada también provocó el holodomor, una hambruna terrible en Ucrania.
Los Brujah cientifistas estaban horrorizados del rumbo que había tomando la revolución que pretendía acabar con la explotación y crear un paraíso en la tierra, pero sus rivales sostenían que era un sacrificio de una o dos generaciones para crear la ansiada nueva era.
Hubo intentos de hacer caer, cuando no hacer morir a Stalin por parte de aquéllos Vástagos. Los dirigistas, que eran la corriente dominante gracias a los éxitos políticos y militares, consiguieron que el Soviet condenase a muerte como traidores a quienes “ponían en peligro la revolución humana”. Casi sin darse cuenta, la persecución política se transplantó a la política de los Vástagos.
Por su parte, a Stalin no le agradaban más los Vástagos que a Lenin, pero también estaba obligado a tolerar su presencia. Por el momento.
La Gran Purga
Con el Soviet purgando a los elementos “contrarrevolucionarios”, la facción dirigista vivió la cima de su poder en los años 30, sin que prácticamente nadie se atreviera a cuestionarles. Mientras tanto, más y más Príncipes cayeron y su poder fue reemplazado por los Soviet, llegando a haber uno en casi cada ciudad de Rusia y muchas de las otras Repúblicas Soviéticas.
La rápida industrialización dio paso a una época desarrollo, educación e ingeniería. La mejora de la economía permitió también la mejora de las condiciones de vida de la población a niveles nunca vistos en Rusia, con lo cual los dirigistas también pensaban que el tiempo les había dado la razón.
En 1934, en una de las muchas rencillas políticas, un hombre dominado mentalmente asesinó a Sergei Kirov, un destacado miembro del Partido, y ghoul Brujah. Este acontecimiento desencadenó la Gran Purga, una violenta y masiva represión como nunca se ha visto jamás, dentro de las filas del Partido, los mandos del Ejército y hasta miembros de la sociedad civil como directores de fábricas o ingenieros. Prácticamente todos los bolcheviques que habían participado en la revolución del 17 fueron eliminados.
La historia recordará a Stalin como un tirano sanguinario y paranoico que asesinaba a todo el que pensaba que podía hacerle sombra. La realidad es que si algo temía era a los parásitos no muertos que reptaban por cada rincón de la maquinaria estatal soviética. Aunque, como Lenin, había aceptado a disgusto la alianza con las criaturas de la noche, pronto se hizo claro que llevaba años recabando información y preparando el golpe contra la Estirpe.
El objetivo primordial de las purgas fueron los peones que los vampiros del régimen habían ido haciendo en todos los estamentos del Estado. Aquéllos que habían bebido la sangre de los Vástagos, y aquéllos que habían confraternizado o se habían beneficiado claramente de la relación con estos seres, fueron ejecutados. Los peones más casuales e involuntarios fueron enviados a campos de trabajo o simplemente despedidos de sus puestos.
Sobre un cuarto de millón de personas entraron en la primera categoría, los asesinados, mientras que millón y medio fueron encarcelados o enviados a campos de concentración. Casi todos los mandos del ejército fueron depurados también. Se debate aún si la mayoría de los ajusticiados estaban realmente implicados con los Vástagos, si hasta ahí llegaba el alcance de la infiltración social, o se actuó de forma paranoica, viendo vampiros por todas partes.
A través de los peones también también consiguieron llegar a los amos. El NKVD, sucesor de la Cheka de Lenin, había heredado de ésta una sección secreta con conocimientos sobre combate “anti-vampiro”. Cayeron por decenas. La facción cientifista rápidamente culpó a los dirigistas por su falta de sutileza a la hora de intentar controlar la revolución. Muchos de éstos fueron purgados por traicionar a la revolución, poniéndola en peligro con su imprudencia. Hubo tremendos enfados y al peligro de la persecución y las ejecuciones de los Sóviet vampíricos pronto hubo que sumarle la guerra civil en la que se sumieron muchas ciudades. La Camarilla habría reído a carcajadas si no fuera por estar ante la ruptura de la Mascarada más importante de la historia.
Los Nosferatu, que habían permanecido ocultos y discretos durante todo el siglo, ayudaron a muchos Vástagos a escapar y borrar sus rastros, pero a cambio de importantes pagos de diferente tipo. Siempre por adelantado, porque en esa época no se sabía quién viviría suficiente para pagarte después.
Así fue como la Revolución Brujah que había hecho temblar a la Estirpe estuvo a punto de desmoronarse entre luchas internas y los problemas que ellos mismos habían creado. Pero el verano de 1941 trajo una amenaza tan seria para la propia existencia de la URSS y sus Vástagos que no les quedó más remedio que unirse.
Stalin y la Mascarada
Una cosa que sorprende y alivia es que durante esta persecución el régimen soviético no decidiera tirar de la manta y revelar al público el peligro de las “cosas” que vivían entre ellos. En vez de eso, en los juicios, cuando los habían, la mayoría de los acusados confesaban estar conspirando con potencias extranjeras.
No hay una explicación definitiva y nadie ha conseguido acercarse lo suficiente a Stalin como para pedírsela. Se especula que o bien teme el efecto del pánico entre la población, o espera sacar algún provecho de su conocimiento secreto. Hay quien prefiere aventurar que la Camarilla o algún Antiguo estuviera al control de Stalin, lo que podría explicar que los acusados confiesen “libremente” crímenes falsos. Incluso no falta quien dice que en realidad Stalin proviene de una familia de sangre Lupina.
Sea como sea, los Vástagos Soviéticos por fin se han hecho conscientes de que urge retirar esta información de los mortales, aunque por el momento no saben muy bien cómo.
La invasión nazi
Ese año las cosas pintaban muy bien para Hitler y su Tercer Reich. Había tomado Francia en un tiempo récord, y con la anexión de Dinamarca, Noruega y los Países Bajos, y la simpatía de países como España, disfrutaba de su ventaja y de un frente estable en el Oeste, mientras sus espaldas estaban guardadas gracias a un pacto de no agresión con la Unión Soviética.
La Camarilla, por su lado, veía las cosas de otra manera. Temían que mientas las potencias occidentales se desgastaban por la guerra, la URSS tuviera tiempo de recuperarse de los terribles efectos organizativos de la Gran Purga, y pudiera hacer algo con la información que tenían sobre vampiros.
La Camarilla no tenía control sobre Hitler. Como Stalin, había demostrado ser un mortal difícil de manejar. Pero sí podía ejercer su dominio sobre humanos mucho más insignificantes, pero que elaboraban informes sobre los que los mandos tomaban las decisiones. Y estos informes alimentaron la ilusión de que se podía tomar Rusia tan rápido como Francia, aniquilarla y quedarse con sus recursos naturales. Los rusos no podrían volver a hacer uso de su táctica de retirada, mentían los informes, porque necesitaban los recursos naturales de esos territorios para hacer funcionar a la maquinaria.
Con estas perspectivas tan magníficas, los nazis iniciaron la invasión sin preparar si quiera equipación para el invierno. Para Alemania era un error fatídico que le costaría la guerra, pero para la Torre de Marfil el destino de un país no significaba nada frente a una colosal ruptura de la Mascarada que amenazaba su propia existencia, y una Revolución Anarca que parecía extenderse por todo el planeta (recientemente habían surgido los Estados Libres Anarcas de California).
La ofensiva alemana fue espectacular. Habían sido capaces de movilizar a millones de efectivos sin que la inteligencia soviética esperase la invasión. Las tropas entraron a la vez por múltiples frentes a lo largo de la extensa frontera soviética. El Ejército Rojo fue cogido en bragas, y los nazis pudieron avanzar miles de kilómetros tomando ciudades y aniquilando a un ejército rojo pillado por sorpresa y cuya mayoría de mandos eran novatos, ya que Stalin había ejecutado a los mandos experimentados durante la Gran Purga.
Al mismo tiempo que Alemania invadía la URSS, la Camarilla inició una ofensiva para tratar de aniquilar a los Anarcas de las principales ciudades. Su fuerza estaba compuesta de Arcontes, Vástagos rusos que habían huido durante la revolución, Gangrel cosacos, algunos Assamitas y otros mercenarios.
Confiaban en poder derrotar fácilmente a los Anarcas. Primero por su inexperiencia y juventud, ya que las purgas y guerras habían diezmado a los miembros originales, y la mayoría social estaba compuesta por vampiros de menos de dos décadas, muchos de ellos Retoños de unos pocos años. Segundo, porque sabían que agencias del gobierno los estaban cazando. Y tercero, porque también les habían hablado de las guerras internas entre facciones que se culpaban mutuamente de que la revolución mortal se hubiera vuelto en su contra.
Para su sorpresa, la repentina amenaza de que una fuerza rompiera su sueño revolucionario y los volviera a someter a un Príncipe, sacó lo mejor de los Brujah. Aparcaron sus guerras y retribuciones y lucharon codo con codo con heroicismo. Los actos de coraje y sacrificio crearon en el bando Anarca un fervor por la causa y un orgullo de pertenencia.
En muchos sitios, no fue suficiente. La fuerza de la Camarilla era mucho más antigua y experimentada, pero encontró que cada batalla se combatía hasta el final. En otros casos, especialmente en poblaciones pequeñas, los nazis simplemente arrasaron con todas las viviendas y personas.
Leningrado
La ciudad de Leningrado, que era el nuevo nombre que recibió Petrogrado, que antes había sido San Petersburgo, era de una gran importancia estratégica y moral para los soldados nazis, pero también para los Vástagos. Había sido la capital del imperio y principal escenario de las revoluciones de 1905 y 1917, y, aunque la capital se había trasladado de Moscú, el Soviet Supremo de los Vástagos todavía seguía ahí.
Relativamente cercana a la frontera oriental, sufrió pronto el empuje de la invasión. Muchas voces creían que el gobierno vampírico debía trasladarse a Moscú, más segura por el momento, pero después de mucho debatir, el Soviet votó quedarse a defender la ciudad como un símbolo para el resto de Anarcas Soviéticos.
La ciudad no pudo ser tomada rápidamente por los invasores, que pasaron entonces a hacer uno de los asedios más largos e inhumanos de la historia de la humanidad, considerado como un auténtico genocidio (de todas formas los planes nazis tras la teórica conquista de la ciudad eran ejecutar a todos los habitantes varones y enviar a campos de concentración a mujeres y niños).
A los bombardeos contra civiles hay que sumar una amenaza mucho más terrible: el hambre. El corte de suministros a la ciudad durante los dos años que duró el asedio provocó una tragedia humanitaria. El gobierno racionaba 125 gramos de pan por habitante al día, y en realidad no era ni eso porque estaba adulterado con serrín y otros aditivos incomibles. Alguna gente moría de camino a los centros de racionamiento por no poder hacer frente al esfuerzo de andar hasta él. La imagen de la muerte se convirtió en cotidiana.
Conscientes de que la salud de la población sólo empeoraría si además de estar hambrientos tuvieran que “donar” su sangre a una ciudad superpoblada de vampiros, el Soviet estableció que los Vástagos no se alimentarían de los civiles, solamente de criminales, invasores o personas recientemente fallecidas. Si esto significaba pasar hambre, los Anarcas tendrían que sufrirla como lo hacía el pueblo. A pesar de las buenas intenciones, no todos cumplieron con el compromiso, y pocos si es que alguno lo hicieron todo el tiempo. Los ataques de Vástagos hambrientos podrían ser la base para historias de canibalismo entre la población mortal.
Aproximadamente dos años después del inicio del sitio, el Ejército Rojo, tras varios fracasos, consiguió romper el sitio y obligar a los invasores a retirarse. Los vampiros de Leningrado lo celebraron dándose un festín con los soldados caídos.
Stalingrado
La batalla de Stalingrado, con más de dos millones de caídos en combate, es la batalla más mortífera de la Historia. Para nazis y soviéticos, la importancia estratégica era crucial, ya que suponía controlar las reservas de petróleo, en una guerra donde el abastecimiento de combustible era un factor decisivo. Eso explica que ninguno de los bandos estuviera dispuesto a renunciar y la contienda se convirtiera en un combate urbano: calle por calle, casa por casa, un estilo que los invasores llamaron rattenkrieg, “gerra de ratas”.
La Camarilla, que no era muy amiga de meterse en la ciudad en mitad de una batalla, sino cuando se hubiera ganado, se vio obligada a intervenir dado que los Anarcas estaban atacando por su cuenta a posiciones alemanas durante la noche, con el peligro para la Mascarada que ello implica.
El ingreso de la Camarilla significó la apertura de una contienda vampírica luchada con la misma fuerza y violencia. Aunque en ocasiones consiguieron el bombardeo o demolición de refugios Anarcas, el caos de la situación hizo que degenerase a un combate puramente físico. Durante los cinco meses que duraron los enfrentamientos, ambos bandos se vieron obligados a Abrazos en masa para reponer sus filas. Esto le valió la ejecución al Arconte al cargo a la vuelta a Alemania, por haber permitido tal degeneración, aunque muchos no ven qué alternativa tenía.
Tras meses de horribles combates continuados, la superioridad alemana se fue imponiendo. Las bajas diarias soviéticas se contaban a miles, solamente el refuerzo continuo de soldados venidos de toda Rusia a través del río pudo contener el ataque. Pero cuando el Tercer Reich podía presumir de controlar el 80% de la ciudad, los soviéticos cambiaron de táctica, y en vez de enviar refuerzos atacaron por los flancos, derrotando a las peores preparadas tropas italianas y rumanas que cubrían la retaguardia alemana. Pronto los nazis se vieron sitiados y sin suministros, y no tuvieron más opción que capitular y entregarse.
La lucha vampírica continuó por un tiempo, pero al final la fuerza Camarilla sintió que estaba perdiendo mucho en una lucha estancada por una ciudad en ruinas, y se retiró cuando quedó claro que Alemania perdería la guerra y podían verse rodeados por apoyos de otros Soviets Nocturnos. Eso sí, dejando atrás a muchos de los chiquillos que habían creado como carne de cañón.
El desenlace de la guerra
La batalla de Stalingrado viró completamente el curso de la guerra. Los alemanes pasaron a retirarse mientras el Ejército Rojo se envalentonó y los persiguió mientras iban recuperando todo el territorio perdido. Dos años después el mismo ejército tomaba Berlín y acababa con el régimen nazi.
Con la retirada alemana, la Camarilla dio por finalizada su incursión y sus agentes regresaron, conscientes del desgaste que suponía luchar a cara de perro cada noche con un clan Brujah envalentonado por la victoria. Los Arcontes volvieron a reportar a sus Justicars, los mercenarios se dispersaron y solamente algunos recién Abrazados fueron “recompensados” con Dominios para que lucharan y estorbaran por un tiempo a la masa Anarca.
Solamente en Kiev, capital de Ucrania, la Torre de Márfil mantiene aún la ciudad a medias con los Gangrel Cosacos, en un pacto de mutua defensa que respeta la libertad e independencia de éstos. Ni que decir tiene que los Brujah miran con furia a esta alianza, deseosos de liberar la ciudad y quemar a los invasores, pero por el momento el Clan se está recuperando con mucha sangre nueva, muy fervorosa pero poco experimentada. Y al mismo tiempo son muchos los nuevos frentes abiertos.
La Guerra Fría
La Unión Soviética sufrió terriblemente en la guerra y estuvo muy cerca de ser destruida. Pero fue capaz de desplegar una tremenda maquinaria industrial con la que doblar el brazo alemán. Y en el contraataque, la URSS ha salido mucho más fuerte que antes, ocupando inmensas cantidades de territorio desde Moscú a Berlín.
La Unión ha podido anexionarse casi todos los territorios que perdió en la capitulación de la Primera Guerra Mundial. Otros de los territorios que fueron tomados no han pasado a formar parte del país, pero a lo largos de estos años se están produciendo procesos electorales, con mayor o menor fraude, que los están situado como países satélites controlados por la URSS.
Los Brujah saludan el avance soviético, pero estos lugares siguen, naturalmente bajo el control de la Camarilla. Si los Brujah mantuvieran el control de la Unión de los primeros años de la revolución, tendrían muy fácil usar la influencia soviética contra sus enemigos. Desgraciadamente, están lejos de haberlo recuperado y la presión rusa se ejerce, pero sin especial beneficio para los Vástagos rebeldes.
Los Soviets Nocturnos han tratado de incitar a los Anarcas locales a tomar el poder, pero la lucha no está tan clara. Las revoluciones en estos países se están produciendo más en el terreno de las instituciones que en la contestación callejera, un terreno por el que los Ventrue se mueven mejor aunque cambien los marcos. En vez de intentar parar lo inevitable, la Camarilla se está adaptando para perdurar y mantener el control bajo nuevas condiciones.
Con todo, la Torre de Marfil está tan rencorosa por la derrota como preocupada por el conocimiento vampírico de los servicios secretos soviéticos. Están usando la influencia sobre los países occidentales para crear el clima de enemistad irreconciliable con los que acaban de ser sus aliados en la guerra.
Ciertos sectores de la Camarilla ha estado intentando promover la guerra de los aliados, especialmente de la potencia más poderosa tras la guerra, Estados Unidos, contra la Unión Soviética. El poderío que demostró la bomba atómica para derrotar a Japón, sería una solución ideal contra el Consejo Brujah y su ruptura de la Mascarada. Dentro la Secta, el Brujah milenario Critias, con gran influencia en las instituciones americanas, ha intentado contrarrestar esa posibilidad, pensando que los Soviet Brujah pueden ser un quebradero de cabeza con el que desperdiciar la energía de sus enemigos.
Mientras tanto, en el mayor secreto posible, los soviéticos tratan de desarrollar su propia bomba con información robada. Con este activo, las balanzas se equilibrarían.
Los Estados Libres Anarcas de California
Por si la Camarilla no tuviera suficiente con los Anarcas rusos y su Unión Soviética, otra revuelta ha conmocionado a la Secta al otro lado del Pacífico. Los Anarcas han derribado plazas como Los Ángeles o San Francisco, junto a otras ciudades menos importantes de la Costa Este.
Aunque este estallido pilló a los soviéticos con la misma sorpresa que a los Vástagos locales, convenía a su clan para extender la revolución a través de las fronteras y librar a todos los Vástagos del mundo de la explotación.
Pronto enviaron diplomáticos para “enseñar” a los Vástagos americanos el modelo asambleario ruso y las tácticas para enfrentarse a los contragolpes reaccionarios. Para su total decepción los californianos no estaba interesados en aprender.
El choque cultural fue tremendo. Los Brujah de uno y otro lado no podían reconocerse como miembros de una misma línea de sangre. Los rusos veían a los Brujah americanos como una turba indisciplinada que reclutaba entre macarras y delincuentes. Los americanos veían a los soviéticos como estirados, inflexibles e intransigentes con perfiles incrustados en el sistema que podrían compartir con los Ventrue.
Los enviados soviéticos se convencieron de que no podrían cambiar a los ELA, y que éstos acabarían siendo o bien derrotados, o bien amoldados a un sistema de la ley del más fuerte, sometiéndose a Príncipes que no se llamarían Príncipes.
A pesar de todo, ambos “estados Anarcas” firmaron un pacto de colaboración y defensa mutua, aunque la distancia y las reservas mutuas hacen complicado que llegue esa solidaridad.
Los Soviet de la Noche
El sistema asambleario
Sería estúpido intentar trazar un paralelismo absoluto entre las ideas e instituciones de la Unión Soviética y la de los Vástagos que anidan en ella. No obstante, en algunas cosas los vampiros y su ganado se han inflenciado mutuamente, y de éstos los Anarcas tomaron su principal forma de organización: el Soviet o Consejo.
Los vampiros de la URSS tienen el sistema más democrático de la historia de la Estirpe, a menos a gran escala. En lugar de tener un Príncipe, un Barón u otra figura de autoridad, el gobierno de la ciudad recae en el Soviet Nocturno. Los Soviets son asambleas donde cada Vástago tiene un voto. Cada decisión se somete a la votación del Soviet, que solamente de forma colectiva tiene el mismo poder que un Príncipe.
Un Vástago, sea un Retoño o un forastero, puede solicitar el ingreso en el Soviet. Lo único que necesita es jurar lealtad y acatar las decisiones que el Consejo vote. Cinco años después el solicitante será automáticamente aceptado como miembro de pleno derecho. Los más impactante para los Vástagos extranjeros es que una vez forman parte del Soviet, todos los miembros tienen el mismo rango y estatus, su voto vale lo mismo sin considerar la antigüedad. No importa que seas un Antiguo o un Neonato con colmillos de leche, todos los Vástagos soviéticos son iguales ante la ley.
El Consejo tiene las mismas funciones atribuidas a un Príncipe. Para crear un Chiquillo, un Vástago soviético tiene que conseguir el permiso del Soviet. Habitualmente elabora un informe y lo expone ante sus pares con objeto de convencerle de cómo su potencial chiquillo puede ayudar al Soviet, que votará si le parece provechoso o no incorporarle.
El sire tiene el derecho y el deber de educar a su chiquillo, pero éste no se considera su propiedad. Si el Retoño presentase rasgos tan indeseables que obligaran a eliminarlo, es el Consejo el que lo debe decidir. Cinco años después del Abrazo, el Neonato ya es un miembro de pleno derecho del Soviet. Tras el fin de la guerra, en algunas ciudades se les ha dado esta ciudadanía a los Retoños reclutados durante la misma, o a los que mostraron un comportamiento valeroso.
De igual forma el reparto de territorios de caza y la administración de justicia también se hacen por votación, previa discusión del plan o del juicio respectivamente.
A la hora de rebajar los números de tus rivales, nada mejor que acusaciones de ser contrarrevolucionarios. Desde que el Soviet Supremo decretó que era el deber de los Vástagos preparar la sociedad perfecta de humanos y vampiros, trabajar contra la revolución es un delito que puede costarte la vida. A partir de ahí sólo es necesario un poco de imaginación para buscar el lado reaccionario a tus rivales. Incluso unos indicios burdamente manipulados pueden servirte si la mayoría del Consejo tiene ganas de quitarse al acusado de encima.
Existen cargos vampíricos que cambian de una ciudad a otra, llamados Comisarios. Casi todas cuentan con un Comisario de Seguridad, que viene a ser una especie de Sheriff, pero que responde ante el Soviet. Los cargos, como no podía ser de otra forma, son votados por en asamblea y tienen una limitación de cinco años, para evitar que alguien los utilice para ganar poder.
Existe además un gobierno central de la nación, o se podría decir mejor de la Secta. El Soviet Nocturno de cada ciudad importante elige un delegado y todos en su conjunto conforman el Soviet Supremo. A diferencia del Soviet Supremo de los mortales, el Nocturno sigue estando en Leningrado, escenario de la revolución. Éste órgano es el que es conocido fuera de las fronteras rusas como “el Consejo Brujah”. Aunque legalmente no está limitado a un clan, la abrumadora mayoría sí es de este clan.
Las decisiones del Soviet Supremo limitan las leyes aprobadas por los Soviet locales, o enmiendan sus sentencias. Una vez ha finalizado una votación, sienta jurisprudencia y se va convirtiendo en ley. Por ejemplo, se decidió que los Soviet locales no pueden dar la Muerte Definitiva a ninguno de sus miembros. Han de usar otros castigos o retener al criminal hasta que el Soviet Supremo confirme (o enmiende) la condena.
De acuerdo con las resoluciones del Soviet Supremo, los Vástagos Soviéticos no existen tan sólo para vivir en libertad, sino que es su objetivo y su deber crear un paraíso sin explotación para los mortales. Una vez consigan llegar a ese estadio, los Vástagos aparecerán ante ellos y se revelarán como sus salvadores, recreando la sociedad de convivencia de Cartago. Hasta ese momento, los Anarcas tienen que proteger y ayudar a la Revolución.
Las miserias del sistema
Aunque sobre el papel suena como un sistema ideal, no debemos olvidar que estamos hablando de la raza condenada de los Vástagos, capaces de corromper todo lo que tocan en su búsqueda de poder.
El sistema asambleario no acaba ni con las rencillas ni con las búsquedas de poder, sólo las complican enormemente. Para cualquier decisión importante, hay un juego endiablado de campañas, intercambios de votos, favores y coacciones. Los Brujah además tienen muy mal perder, por lo que tienden a recordar quienes votaron en contra de sus propuestas.
Se por ideales o para tener mejores oportunidades de sobrevivir, los Vástagos se suelen unir con otros de pensamiento afín en facciones y coteries, a veces también llamadas partidos. Los rencores entre partidos que usualmente votan diferente se enquistan y de vez en cuando llegan a guerras civiles.
Sea cual sea el tema de la votación, hay una obsesión con obtener la mayoría. Para asegurarla, las coteries luchan por el dominio numérico. Esto supone que se juegue con los Abrazos y con los castigos para ganarte los números. A las facciones perdedoras les toca intentar aliarse con otras o intentar la guerra antes de que la ventaja de sus enemigos sea aplastante.
Este ambiente tan intenso es un tormento para los Vástagos que no están interesados en la política. No solamente han de vivir de acuerdo a las decisiones de otros, como si hubiera un Príncipe, sino que tienen que aguantar que miembros de cada facción vengan a presionarles para cada votación. Todo para luego votar y ganarse la enemistad de algunos, o no hacerlo y ganarse la de todos.
Esta razón de ser revolucionaria y la necesidad de aparentarla impulsa a los Vástagos Soviéticos a utilizar en público un lenguaje florido y rimbombante que aburre a casi todos. “Este histórico edificio sede del glorioso y victorioso primer Soviet Nocturno que nuestra sangre fundó y defendió de las fauces de decadentes vampiros aristócratas y sus repugnantes peones, defensa goloriosa en la que nos acompañaron Vástagos de otras sangres dispuestos a entregar su preciosa vitae junto a nosotros…” empezó a decir un Brujah de Leningrado para explicar que había cambiado al ghoul que se ocupaba de la limpieza.
Aunque las leyes vampíricas reconocen la igualdad de todos los Vástagos sin consideración de edad o sangre, los Brujah tienen una abrumadora mayoría, y se ocupan de que siga siendo así, pues no confían en que otros clanes vayan a llevar la revolución a buen término en vez de mirar sus propios intereses.
Facciones
Existen tantas formas de mirar a la revolución como Vástagos, pero a los intelectuales Brujah les encantan las clasificaciones. Éstas son las corrientes más generales que compiten por su prevalencia:
- Dirigistas: Consideran que los Vástagos han recibido el privilegio de una longevidad infinita y cualidades que les sitúan por encima de los mortales, y por ello es su deber diseñar y planificar la revolución de los mortales de una forma que sus pequeñas mentes no son capaces, y tomar decisiones, a veces duras, que su limitada perspectiva les haría rechazar.
- Cientifistas: Creen, por contra, que son los Vástagos los que tienen una visión limitada por perspectivas del pasado e instintos asesinos, por lo que debe corresponder a los mortales crear las ideas que lleven a su propia emancipación. No son, sin embargo, reacios a intervenir en el curso de los acontecimientos, protegiendo a quienes creen que son los buenos y quitando los obstáculos en su camino.
- Individualistas: Una gran cantidad de Vástagos, especialmente fuera del Clan Brujah, no tienen ningún interés en tutelar la revolución ni en las teorías políticas. Tan sólo desean vivir por sí mismos y la libertad de buscar su propio beneficio.
- Reaccionarios: Algunos Vástagos creen que los Soviet Nocturnos son un despropósito, y que habría más paz y seguridad con un sólo Príncipe como antes. Por supuesto, es una facción clandestina, el mero hecho de expresar ideas así es suficiente para ser “purgado” por contrarrevolucionario. La mayoría son antiguos miembros de la Camarilla que apoyaron a los Anarcas para sobrevivir, o sus descendientes, aunque también existen revolucionarios desencantados que prefieren la mano de un tirano antes que el caos asambleario.
Puntos de conflicto
Tras la victoria en la Segunda Guerra Mundial y el fracaso de la Camarilla, los Soviet han recuperado la moral y la fe en su proyecto, que se estaba agotando en rencillas internas antes de que una amenaza con la destrucción total uniera de nuevo a los divididos Anarcas.
No obstante, la Secta se enfrenta a muchos desafíos, tantos que amenazan por consumir todo el nuevo impulso y ahogarla de nuevo. Y además deben enfrentarlos desde la inexperiencia. La Gran Purga y la guerra han dejado a muy pocos Vástagos con más de veinte años de no vida, reemplazados por una legión de Neonatos con mucho valor pero poco saber hacer.
Empezando de dentro a fuera, el primer desafío es la tendencia, ya comentada, de perderse en discusiones, tramas políticas y luchas intestinas. Los Anarcas quieren creer que han aprendido la lección e intentan reforzar la unidad, pero es fácil caer en este tipo de enfrentamientos, y siempre hay oportunistas que creen poder pescar algo en el río revuelto.
Otra de las cosas que a los Vástagos Soviéticos les gustaría solucionar es la pérdida de la influencia mortal y el control sobre la revolución. La purga ha remitido desde el inicio de la guerra, pero el servicio de antivampiros no ha desaparecido. Por el momento los Vástagos intentan ejercer su influencia de forma sutil, alejándose de los grandes hombres del partido y generales, para conformarse con pequeños funcionarios, a ser posible controlándolos de forma indirecta.
A las propias rencillas hay que sumar también la paranoia en que deriva el saber que la Camarilla pretende acabar con la Secta Soviética a toda costa. Esto ha hecho a los Brujah intentar crear su propio telón de acero para ocultar toda la información al exterior. Por su parte, la Torre de Marfil trata de penetrar a través de espías, pero la desconfianza soviética hace complicado mantenerlos durante mucho tiempo.
Ante esta dificultad, un plan elaborado por los Tremere pretende utilizar el espionaje de otra manera. Se envían agentes prescindibles a cambio de grandes promesas. Se les dice que hay otros infiltrados dentro del Soviet, aunque no se revela su identidad, les dicen que podrían ayudarles. Al ser capturados, esta información, totalmente falsa, fomenta la sensación de que hay enemigos por todos lados y que se maten los unos a los otros. A veces a ciertos agentes, que pueden ser Neonatos o ghoules, se les envía directamente a tratar de sobornar a algún miembro del Soviet. Si se consigue subvertir al objetivo se gana a un espía valioso, y si no se fomenta la idea de que otros Vástagos pueden haber recibido ofertas similares. Por el momento la estrategia está funcionando bastante bien.
Los últimos frentes están ya fuera del territorio Anarca. Los territorios conquistados por la Unión en la guerra estarían dentro de dos grupos: territorios que se anexionan a la Unión Soviética, que coinciden principalmente con tierras del Imperio Ruso que fueron cedidas durante la Primera Guerra Mundial, y países de Europa del Este donde la URSS está fomentando gobiernos satélite.
Por ahora, los Vástagos Soviéticos están concentrándose en el primer grupo. Allí se están encontrando núcleos de la Camarilla, Antiguos Tzimisce no alineados y pequeños grupos de Sabbat o Autarcas. Muchos de los “colonos” son Vástagos descontentos con su Soviet que sueñan con empezar de nuevo en otro Dominio para formar una nueva asamblea y esta vez hacerlo bien. El tiempo dirá si conseguirán evitar los errores del pasado.
En cuanto a territorios más alejados, los vampiros rusos están optando más bien por crear alianzas con grupos Anarcas locales, pero está por ver si triunfarán sus revueltas o será la Camarilla la que se haga con el control de las nuevas estructuras de poder.
Líneas de Sangre en la Unión Soviética
El revolucionario es un hombre condenado. No tiene intereses ni asuntos privados, ni sentimientos, lazos, propiedad o siquiera un nombre que se suyo. Su entera existencia es devorada por un propósito, un pensamiento, una pasión: la revolución. Corazón y alma, no solamente de palabra sino de hechos, ha cortado cada vínculo con el orden social y todo el mundo civilizado; con la ley, los buenos modales, las convenciones y la moralidad de ese mundo. Es un enemigo despiadadado del mismo, y continúa habitándolo con un solo propósito: destruirlo.
Sergey Nechayev, revolucionario ruso
Aunque el linaje de un vampiro tiene tanto peso como en cualquier otro lugar del mundo, la retórica soviética rechaza la palabra Clan por su reminiscencia aristocrática como denotando una estructura de poder ajena a las asambleas.
En su lugar, se prefiere habla de familias, líneas de sangre o simplemente sangres.
Brujah
Apodo: Camaradas
La sangre Brujah fue la principal promotora de la revolución y la que mantiene un papel absolutamente preponderante. Dirigen la revolución, dan forma a los Soviet y marcan el paso a la política. Hasta el punto que muchas veces se habla de Brujah o Vástagos Soviéticos como una misma cosa, aunque no sea demasiado preciso.
Los Brujah no confían el resto de sangres. Saben que ninguna de ellas comparte su fervor revolucionario, y temen que su proyecto utópico se diluya si ceden poder a otras familias. Mantienen su prevalencia a través del número: en prácticamente todos las ciudades hay más Brujah que el resto de clanes juntos, y se apoyan mutuamente para mantener esa mayoría a través de los permisos de Abrazo.
En consecuencia, prácticamente todos los miembros electos del Soviet Supremo resultan ser de la misma sangre, algo que crea desafección en los otros linajes.
Los Brujah soviéticos son, casi todos, unos gran convencidos de su causa. Separados de los mortales, están convencidos de que han creado el mejor sitio para vivir, y si no lo es aún, lo será pronto. Suelen ser tremendamente testarudos, y si se les muestra los defectos de su camino pueden reaccionar… como suelen hacer los miembros del linaje. Están enamorados de su causa y su no vida perdería sentido sin ella.
El trasfondo de los miembros de la sangre es muy distinto al que se suele ver en occidente, ya que en vez de Abrazar a marginados y elementos subversivos, para ellos la revolución es el status quo. Por tanto abundan personajes bien vistos por el régimen: políticos, pensadores, soldados, policías y obreros ejemplares. Eso sí, se exige que el Retoño tenga una fe genuina en la Revolución, aunque ésta a veces no sobreviva al trauma del Abrazo y las luchas cainitas.
Las otras sangres
Los Vástagos de otros linajes son marginados en cierta medida del poder y mirados con sospecha por su falta de celo revolucionario. A su vez, esta actitud no favorece el entusiasmo por el proyecto Brujah.
La mayoría de este grupo son individualistas que tratan de mantenerse al margen de la política soviética o surfearla lo mejor que pueden, mientras tratan de aguantar los excesos Brujah y no ser acusados de contrarrevolucionarios.
Gangrel
Apodo: Salvajes
Hay algunos miembros de esta sangre feral que se unieron a los Soviet y los siguen prefiriendo a un tirano que haga y deshaga a su gusto. Éstos son aunténticos Anarcas, aunque no compartan el entusiasmo y la fe ciega de sus camaradas Brujah.
Otros pertenecen al Soviet nominalmente pero tratan de que no se meta mucho en sus cosas, y también hay Autarcas viviendo en los márgenes de las ciudades o directamente en la naturaleza.
Los Gangrel Cosacos
Los Cosacos son un pueblo dentro de Ucrania y Rusia que vivían de forma seminómada y prácticamente independiente. Son un pueblo guerrero, organizado prácticamente como un ejército, y la tolerancia a su autonomía procedía de los servicios mercenarios que prestaban. No son una etnia cerrada, a menudo se casan con gentes de todo origen, ya que lo que les une es una cultura, no una raza.
Los Gangrel encontraron admiración por un pueblo guerrero que mantenía sus costumbres en contra del rumbo civilizador de los tiempos. Los que fueron Abrazados dentro las familias cosacas, encontraban difícil encontrar candidatos dignos fuera de ellas, y así se creó una línea de sangre que perdura hoy.
Los Gangrel Cosacos tienen su propio sistema político. Como los Anarcas, forman asambleas, que llaman Rada. Pero la Rada elige a un líder, casi siempre un Antiguo, y es éste el que actúa de forma parecida a un Príncipe, siendo la Rada consultiva.
Los cosacos se opusieron a los bolcheviques durante la Guerra Civil Rusa. Para evitar la amenaza que suponían, una vez derrotados, el gobierno soviético los dispersó geográficamente. Durante la Segunda Guerra Mundial, algunos cosacos se unieron a los invasores alemanas, aunque otros lucharon dentro del Ejército Rojo.
Los Gangrel Cosacos no aceptaron el régimen Anarca Soviético, defendiendo su territorio y aliándose con la Camarilla cuando fue necesario. A pesar de la dispersión de su pueblo mortal, los Gangrel no llegaron a perder la guerra ni a ceder sus territorios. Los Brujah han perdido mucha sangre intentando derrotar a los Cosacos, y han terminado decidiendo que el esfuerzo no vale la pena.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad de Kiev, capital de Ucrania y que sí había sido tomada por los Brujah, cayó ante una alianza de la Camarilla y Gangrel Cosacos. La ciudad no se ha podido recuperar, y para los Vástagos Soviéticos supone un revés duro tanto moralmente como estratégicamente, al estar en manos enemigas nada menos que la capital de la segunda república soviética más importante. Actualmente esa alianza sigue fuerte en la ciudad, aunque los Gangrel Cosacos no dejan que ningún Príncipe les ordene.
Aunque son una línea de sangre por genealogía y cultura, los Gangrel Cosacos son mecánicamente iguales a los Gangrel de la Camarilla.
Malkavian
Apodo: Trastornados
A pesar de su inestabilidad mental, los Malkavian son la otra línea de sangre, junto a los Gangrel, en la que los Brujah están dispuestos a confiar.
En parte es debido a que las habilidades sobrenaturales del Clan son valiosas y compensan carencias Brujah. Desprovistos de la ayuda Nosferatu, los Trastornados son espías decentes cuando se pueden controlar a sí mismos.
Dentro de la sangre Malkavian existen los entusiastas de la revolución, los que tratan de mantenerse al margen, los que se oponen en secreto, los que están demasiado locos para tener una opinión y los que hacen todo eso a la vez. Algunos son expertos en enervar a los Brujah señalando los emperadores desnudos de su “utopía”, pero al mismo tiempo muestran su lealtad y valor.
La cura de la locura
Los Brujah Soviéticos del siglo XX aplican en su mentalidad el materialismo marxista, y por tanto no son dados a creer en Antediluvianos y maldiciones pseudobíblicas.
En lugar de eso, creen que la sangre Malkavian tiene algún tipo de componente que afecta al cerebro de sus usuarios. Como parte de su empeño en construir un mundo mejor sin las oscurantismos del pasado, algunos Camaradas han hecho una prioridad desentrañar el origen de la locura Malkavian y encontrar una cura para la misma.
Con este propósito han creado un manicomio regentado por Brujah de perfil científico o psicológico. Unos pocos Malkavian se han entregado voluntariamente con la esperanza de que acallen las voces, pero la mayoría de los pacientes son contrarrevolucionarios a los que se les ha ofrecido internarse allí en vez de ser ejecutados.
Se han probado distintos tipos de tratamientos: terapia, disciplina (o maltrato), resanguinación (vaciar al vampiro de su sangre y llenarlo con la de otros clanes) y hasta la lobotomía. Nada ha funcionado realmente, aunque no se puede decir a ciencia cierta ya que algunos pacientes han fingido convincentemente su sanación, en algunos casos para luego volver a regodearse en su demencia una vez han conseguido la libertad.
La imagen de un psiquiatra con el temperamento de un Brujah intentando sanar a un Malkavian contiene una comedia inevitable. Tragicomedia si consideramos el drama de los Lunáticos y el maltrato al que se enfrentan.
Nosferatu
Apodo: Chismosos
Los Nosferatu en los Soviet brillan por su ausencia (o su Ofuscación). No es que no haya miembros del Clan en la zona, al revés, tienen una presencia importante. Pero los Chismosos decidieron quedarse al margen del sistema soviético desde el principio.
Los Nosferatu son una línea de sangre extremadamente gregaria, y en la URSS prefieren vivir al margen que al plegarse a los dictados de otros, aunque sea en votación. Mantienen sus propias redes de apoyo y jerarquías.
Algunos miembros de la sangre han llegado a pedir la aceptación del Soviet, pero las sospechas empiezan desde el principio y todos han terminado escapando o siendo ejecutados como espías. Y puede que con razón.
En lugar de participar en la política oficial, los Chismosos suelen intentar estar enterados, influir subrepticiamente o comerciar información clandestinamente con aquéllos involucrados en conflictos internos. El precio de la información suele ser más información, pero en este caso no de forma simétrica, ya que suelen exigir dossieres de información precisa, detallada y exhaustiva. La actividad es peligrosa, ya que los Nosferatu son oficialmente enemigos y pasarles información se pena habitualmente con la muerte.
Los Vástagos Soviéticos desearían deshacerse de estas criaturas reaccionarias que les espían desde las sombras, pero no tienen recursos y habilidades para enfrentarse a unos Vástagos con más arraigo y que pueden esconderse a plena vista. Creen que la línea de sangre recauda información para pasarla a la Camarilla. Se equivocan.
Una amenaza durmiente
Los Nosferatu vigilan celosamente a los Soviet y sus miembros. Espían o comercian con información, y todo se va añadiendo a exhaustivos expedientes en los que constan quién es quién, dónde vive y qué piensa. Los Antiguos del Clan han instruido a los más jóvenes para que hagan esto como la mejor forma de garantizarse la seguridad y supervivencia.
Pero es mentira. Solamente los más venerables conocen del poder inconmensurable de la Matusalén Baba Yaga y esperan su regreso. Cuando lo haga, querrá reclamar Rusia y eliminar, o devorar, a los advenedizos que se han alazado durante su letargo (primero la Camarilla y luego los Soviets Nocturnos).
La gran mayoría de los Chismosos ignoran que están trabajando para una criatura así. De saberlo, tal vez se unirían a los Soviets, o mejor, intentarían huir antes de que la bruja vuelva a levantarse.
Toreador
Apodo: Degenerados
Algunos Toreador jóvenes simpatizaron con las ideas Anarcas y se unieron a los Soviet desde su inicio. Otros nunca creyeron en la revolución, pero se unieron a ella cuando creyeron inevitable la caída de la Camarilla. Por supuesto, tuvieron que pasar pruebas para demostrar su lealtad.
Tanto si se unieron entusiastamente o a regañadientes, el descontento es patente. No solamente han convertido la política en un griterío continuo. La URSS disolvió las asociaciones de artistas y los sistemas de mecenazgo privado, una de las áreas de expansión preferida por el clan.
Decir que un artista no puede pintar nada más que la revolución es ir demasiado lejos. Pero sí que es cierto que a los artistas que ensalzan el proceso revolucionario son los únicos que reciben la promoción oficial (prácticamente la única que existe).
Por su parte, los Camaradas ven a esta línea de sangre como la encarnación de la burguesía, por lo que desconfían generalmente de sus miembros.
Tremere
Apodo: Conjuradores
Del Clan taumaturgo no hay tampoco ningún miembro (o casi ninguno) en los Soviet. Los Tremere tenían poca tendencia a unirse a revoluciones caóticas, y si alguno se rebeló fue eliminado diligentemente por sus compañeros.
Cuando la victoria Anarca parecía inminente, los Conjuradores trataron de huir del país a otras Capillas más seguras, llevándose con ellos todo el material que pudieron. Sólo en algunos sitios la huida era demasiado complicada o los Regentes fueron demasiado orgullosos como para pensar que su poderío taumatúrgico pudiera caer ante una turba de Neonatos que no conocían su sitio. Pero cayó.
Durante los años 30 hubo un intento del Clan Tremere por establecer de nuevo posiciones en Rusia. La necesidad de recuperar las antiguas Capillas y estudiar los propiedades místicas de las tierras rusas les llevó a negociar: algunos Tremere podrían unirse a los Soviet, no tendrían que revelar sus secretos taumatúrgicos pero tendrían que usar sus artes en favor del Soviet y someterse a sus votaciones.
No funcionó. Muchos soviéticos estaban en contra de su presencia y fueron rápidamente el chivo expiatorio de cualquier cosa inexplicable que ocurriera en la ciudad. Fueron acusados también de espionaje, lo que podría ser cierto hasta cierto punto. Aunque por lo general acabaron yéndose o siendo ejecutados, el rumor dice que algunos viven secuestrados para prestar o enseñar sus artes mágicas.
El Soviet Supremo tiene en su poder material expropiado de las Capillas Tremere anteriores a la revolución, pero cualquier cosa que dejaron atrás estaba cifrada o protegida mágicamente contra su uso.
¿Todos, pero todos-todos, absolutamente todos?
Ya hemos dicho que no hay Tremere o Nosferatu en los Soviet. Pero si un jugador quiere hacerse un Nosferatu soviético o tienes alguna idea de personaje del Narrador que pudiera jugar con Taumaturgia, por supuesto tienes vía libre para jugar con las excepciones. Precisamente es su carácter insólito a lo que puedes sacar partido.
Simplemente intenta que sea una buena historia, que la excepción introduzca algo interesante y no sea un capricho, y no parezca metida con calzador.
Ventrue
Apodo: Aristócratas
Si existe una sangre relacionada con zares, los boyardos y todos los parásitos del antiguo régimen, son los Ventrue. Su número en la Rusa Soviética, como se puede imaginar, es escaso.
Prácticamente ninguno se unió a la revolución en un principio, y los que suplicaron clemencia, tuvieron que poder ofrecer algo útil a los Anarcas.
Desde entonces han tenido descendencia, a la que han transmitido su rencor hacia los revolucionarios. Los Ventrue no gustan demasiado, al menos a quienes dominan los Soviet, pero se les permite vivir (con suerte) y reclutar por las habilidades del Clan, tanto su habilidad sobrenatural de abatir mentes, como las aptitudes en el dominio de sociedad mortal.
Caitiff
Apodo: Huérfanos
La ley de los Soviet Nocturnos reconoce la igualdad de todos los Vástagos sin importar el linaje, y expresamente de los Caitiff. Esto ya hace que estén mejor que en muchos otros lugares, al menos los mas veteranos.
Los Caitiff fueron un buen apoyo de los Brujah en su revolución. Con nada que perder ante una sociedad vampírica ultraconservadora que los cazaba en nombre de las Tradiciones, los sin clan se entregaron a la causa.
Siendo así, y por un mínimo de coherencia, los Huérfanos disfrutaron de una igualdad como nunca habían conocido. Solamente tuvieron que enfrentarse a prejuicios sociales que son difíciles arrancar de las mentes no muertas.
No obstante, en los últimos años la situación de los Caitiff ha empeorado drásticamente. El espionaje de Nosferatu, Camarilla y Tremere, y las conspiraciones internas, han elevado el grado de paranoia de los Brujah. Un Caitiff veterano no tiene por qué ser puesto en duda, pero un nuevo vampiro que no conoce a su sire es sospechoso, ya que sería una manera fácil de involucrar a un espía.
Pero en lugar de reconocerlo abiertamente, normalmente son aceptados como candidatos al Soviet, pero ciertos agentes tratan de hacerle ver como criminal o involucrarle en alguna conspiración que sea descubierta y exija su ejecución. Esto es hipócrita y consume recursos, pero evita tener que desdecirse del discurso revolucionario.
Los Clanes Independientes
Assamitas
Existen al sureste de la Rusia una serie de Repúblicas Soviéticas de población túrquica o persa. En estos territorios el Clan Assamita tiene una presencia importante.
Los Assamitas ayudaron a los Vástagos Sovi´éticos a combatir a la Camarilla y a tomar territorios. Algunos miembros del Clan entraron en los nuevos Soviet. En otros territorios, sin embargo, era la Ashirra quien los controlaba. Allí generalmente los Anarcas no han entrado porque no querían abrir más frentes, pero esperan que en un futuro jóvenes descontentos con la Ashirra decidan rebelarse.
Algunos mercenarios Assamitas han sido contratados como asesinos en las conspiraciones y guerras internas de los Soviet. Por supuesto, de probarse su implicación, supondría un delito de traición por parte del contratante (si es que hay mayoría para condenarlo).
Giovanni
No hay mucho que decir de los Nigromantes, salvo que no hay ninguno en territorio soviético, y que son en su mayoría convencidos anticomunistas.
Ravnos
Los Pícaros están presentes en el territorio soviético, y viajan habitualmente junto a sus familiares romaníes. No se unen a los Soviet, pero tampoco los desafían, por lo que éstos prefieren ignorarlos. Algunos Vástagos, por su cuenta y riesgo, hacen tratos y negocios con estos nómadas.
Seguidores de Set
Había una modesta presencia de Setitas en Rusia, que en los últimos años habían creado cultos orientados a pequeños burgueses y aristócratas venidos a menos. Todos estos grupos han sido barridos por la revolución, destruyendo o haciendo irreleantes dichos cultos.
Unirse a los Soviet tampoco ha sido de mucho provecho. Como otras minorías, los Setitas que se han atrevido a participar en las asambleas, han sido mirados con sospecha y usados como chivos expiatorios.
Sumergidos en circunstancias adversas, los pocos Setitas que quedan trabajan para minar y corroer a la Unión Soviética, promoviendo la corrupción de burócratas y el contrabando de bienes y favores entre la población.
Camarilla
La Camarilla como Secta tiene una tremenda preocupación y animadversión hacia el régimen vampírico soviético. No sólo es la segunda Secta en entensión y población del mundo, sino que les aterra que puedan extender su revolución por cada Dominio de la Tierra, y más desde que hay otro foco Anarca en la Costa Este de los Estados Unidos.
Una vez fracasada la invasión que intentaron durante la Segunda Guerra Mundial, la Torre de Marfil ha optado por hundir a la Unión Soviética como principal estrategia. Porque podrían prestar apoyo a los Anarcas si éstos consiguen de nuevo hacerse con el control. Porque la causa comunista parece ser la principal motivación, y acicate moral de los Brujah que controlan el Consejo. Y, muy importante, porque sus servicios secretos tienen información intolerable sobre los Vástagos.
La Camarilla está fomentando la hostilidad absoluta de las naciones occidentales hacia la URSS, aún a pesar de estar fresca la alianza en la Guerra Mundial y la derrota de Hitler. Su victoria diplomática sería forzar la guerra entre Occidente y el bloque comunista que se está formando, pero por ahora es demasiado pronto para una Europa en ruinas y unos EEUU agotados de la guerra.
El Sabbat
Aunque alguna noche crecerán para convertirse en una amenaza mortal para la Camarilla, ahora mismo la Mano Negra es una Secta insignificante y arcaica consumida por sus guerras civiles.
Siniestros Vástagos que dicen ser embajadores del Sabbat llegaron a proponerle al Consejo una alianza contra la Camarilla. Pero los Soviet, que han crecido en el materialismo marxista y sueñan con traer un mundo nuevo y libre para los humanos, no tienen interés en asociarse con un culto medieval de Vástagos que rechazan la humanidad.
En su expansión hacia el Oeste los Brujah están encontrando a Tzimisce que viven todavía como señores feudales, algunos independientes, otros miembros del Sabbat sólo nominalmente. Estos seres constituyen una reliquia aristocrática que hay que eliminar par dar paso al mundo moderno.
También ocasionalmente se han cruzado con manadas nómadas, peligrosas, pero sin muchas transcendencia en la política global.
Los Catayanos
El extremo oriente de Rusia es la vasta pero despoblada región llamada Siberia, infame como destino de destierros forzosos. La Siberia fue creada mediante la conquista entre los siglos XVI y XVII del territorio desde los Urales hasta el Océano Pacífico, y el genocidio de las gentes que allí vivían.
Entre esos pueblos había vampiros. Sólo un puñado de ellos sobreviven hoy día, seres misteriosos de enorme poder que se mueven entre los mortales con motivaciones inexplicables. Los Vástagos aprendieron hace mucho que es mejor no interponerse en su camino.
Un conflicto más importante se está desarrollando al sur de Siberia. En 1921 Mongolia se convirtió en un estado socialista, pero la injerencia soviética les dicta cómo llevar a cabo la revolución y se han convertido en un estado satélite. Desde entonces algunos grupos de Vástagos han intentado establecerse, usando mientras pudieron el control soviético para minar el poder de los vampiros locales (que no era mucho al ser una sociedad principalmente nómada y ganadera). Los Catayanos contratacaron mientras pugnaban por el control de las nuevas agricultura e industria. Stalin llevó su Gran Purga hasta Mongolia, exterminando a vampiros de ambas razas por igual.
Al final de la Segunda Guerra Mundial la URSS también apoyó a los comunistas chinos para llegar al poder. Comprensiblemente equivocados, los vampiros chinos creen que los Vástagos Soviéticos están tras el cambio de poder o al menos el apoyo ruso, ignorando que han perdido el control del gobierno. Los Catayanos desean devolver el golpe cuando sea preciso, pero por ahora están desbordados tratando de reaccionar al nuevo régimen que les está persiguiendo y rompiendo las pantallas escarlatas tras las que manejaban la sociedad mortal.
Cómo jugar a Vampiro en la Unión Soviética (Narración)
Todo este suplemento no pasaría de lectura curiosa, o cargante, si no se puede jugar. En esta sección voy a dar unas pautas de cómo se podría montar una partida en la URSS.
Paso 0: Tema y Ambiente
Este módulo plantea los siguientes Tema y Ambiente, que puedes tomar o combinar con los tuyos propios.
Tema
El tema principal que presentamos aquí es la revolución malograda. El comunismo es una ideología utópica y hermosa que busca acabar con la explotación del hombre y proveer a todos de sus necesidades. El primer régimen socialista, el ruso, degeneró rápidamente en un régimen de terror y persecución. Lo que es peor, exportaron su modelo al resto de intentos socialistas.
En la ambientación imaginaria que hemos relatado, la culpa de los errores de la URSS la tienen en una gran medida los Vástagos, especialmente los Brujah que dirigieron la revolución. Mezcla un afán por diseñar una sociedad humana ideal para el futuro, el rencor por las derrotas pasadas y la inhumanidad propia de la condición no muerta, y sale un caldo difícil de tragar.
Pero es muy difícil admitir errores y rectificar cuando estás rodeado de enemigos (quizás) peores que tú ansiosos por encontrar cualquier resquicio para hacerte caer, y cuando también los “amigos” esperan cualquier signo de debilidad para lanzarse al cuello.
Ambiente
El ambiente es de paranoia, no la enfermedad irracional, sino la existencia real de peligros y enemigos por todas partes. Los Soviet están llenos de espías de Camarilla, Nosferatu, Sabbat, Catayanos, y todo lo que puedas imaginar, o al menos frecuentemente se encuentran y purgan a Vástagos acusados de serlo.
El enemigo interno es todavía más implacable. En los Soviet el poder está en los números, y la manera de ganarlo es aumentar los tuyos y disminuir el de los contrarios. Las acusaciones de contrarrevolucionarios y saboteadores son muy frecuentes y, hostigados por toda clase de enemigos, muchos tienden a creerlas, o hacer como si se las creen por interés.
Una mala discusión puede activar un complot, y puede ser mejor que seas tú el que lo realice antes que el otro. Por si acaso, los Vástagos Soviéticos evitan dar munición a sus enemigos, a base de usar un lenguaje revolucionario y no mostrar críticas a la revolución.
Para llevar estre ambiente al máximo deberías matar a cualquier personaje jugador en cuanto caiga en un complot, y un complot se puede activar en cuanto otro personaje le ve como una amenaza. La alta mortalidad o la mortalidad arbitraria no casa con las culturas de todas las mesas de juego, así que no te sientas forzado a imponerla si crees que va a arruinar la diversión de tus jugadores. Una cosa que podrías hacer es acordar en secreto con un jugador con el que tengas más confianza que su primer personaje morirá pronto, de manera que prepare uno menos querido para ser chivo expiatorio y asustar a la mesa, y otro definitivo para después.
Paso 1: elige una ambientación y documéntate
En primer lugar, selecciona un año para empezar tu historia. Este módulo asume que se jugará entre el fin de la Segunda Guerra Mundial y la muerte de Stalin (1945 a 1953), pero el inicio de la revolución, la guerra civil, la Gran Purga, la Segunda Guerra Mundial o los períodos posteriores, todos ofrecen grandes oportundiades para jugar.
Después, selecciona la facción donde estará la coterie. Esto está pensado para jugar en los Soviet Nocturnos, pero por supuesto es posible jugar desde las otras caras del conflicto: la Camarilla, los Gangrel Cosacos, los Kuei-jin, etc. Sin embargo, en el resto del capítulo asumimos que se opta por la opción por defecto de Vástagos Soviéticos.
Por último, elige una ciudad en la que desarrollar la historia. Moscú, Leningrado o Stalingrado son opciones que tienen el sabor más clásico, pero la URSS es muy grande y variada. ¿Cómo cambiaría la ambientación de jugarse en Acerbaiyán en vez de Rusia? ¿O prefieres narrar la conquista vampírica de Latvia o Letonia?
Puedes tomar todas esas decisiones tú sólo, aunque si quieres hacerlo realmente soviético, puedes involucrar a los jugadores en una sesión de preparación para decidir juntos y hacer los personajes (siguiente punto).
Una vez tienes el lugar, conviene que leas sobre él y su historia. La Wikipedia, tanto en inglés como en español, contiene artículos buenos y extensos sobre Rusia y la Unión Soviética.
Paso 2: Crea la Coterie con tus jugadores
Las historias de Vástagos Soviéticos deben ser diseñadas calculando muy bien el equilibrio de fuerzas entre facciones. Si creas toda tu ciudad y dejas a los jugadores para el final, la situación política se te va a desequilibrar hacia uno u otro lado. O puedes encontrarte con que los personajes jugadores son redundantes, o no encajan demasiado bien.
Para evitar estos problemas, lo mejor es que empieces el diseño por los mismos personajes jugadores, y luego construyas el resto de la ambientación alrededor de ellos. Será además una gran experiencia como Narrador.
Empieza explicando la ambientación, tanto la fantasía vampírica como el contexto histórico donde has, o habéis, decidido jugar. Esto quizás vaya dando ideas a los jugadores.
A continuación, antes de diseñar los personajes individuales, haz que los jugadores discutan sobre su grupo. Las coteries soviéticas, o partidos, suelen estar unidas respecto a su afinidad política, o bien se han agrupado para hacer frente a las otras facciones. Los gustos de los jugadores, y hasta sus ideas políticas, pueden influir mucho en qué tipo de coterie les gustaría jugar. Antes de continuar, intenta que haya una idea clara sobre la coterie, equivalente al Concepto de los personajes.
Durante el brainstorming para crear la identidad de grupo, es posible que salgan ideas que se metan en tu terreno, es decir, que decidan otras facciones o personajes. Por ejemplo, el grupo podría decidir que son los neonatos del anterior partido dominante, pero que sus rivales han conseguido purgarlos y ahora están en minoría y bajo sospecha.
Ese tipo de cosas están bien. Si no tenías ideas previas, te están haciendo la trama. Si las tenías, puedes buscar cómo combinarlas con tus propias ideas para enriquecerlas. Simplemente modera la discusión y ayuda a aterrizar las ideas y limar las cosas que no tengan demasiado sentido.
Una vez hecho esto, los jugadores pueden pasar a plantear sus personajes. La cohesión de la coterie está asegurada por sus objetivos y por la agresividad del resto de facciones.
Intenta ayudar a hacer buenos personajes, como en cualquier partida. Toma nota de los ganchos en la historia o los aspectos del personaje que puedan servir de gancho, como los Trasfondos. Pide a los jugadores permiso para modificar pequeños aspectos sobre su historia o introducir otros nuevos según desarrolles la trama en el siguiente paso.
Paso 3: Termina la ambientación e hila la trama
Partiendo de la coterie, los personajes jugadores y sus ideas, empieza a crear el resto de la ciudad alrededor de ellos.
Casi todos los Narradores cuando crean su primera ambientación empiezan pensando un Príncipe y haciendo todo alrededor de él, llevándole a acaparar el protagonismo. Aunque esto es problemático, en este caso será parecido, pero en lugar de un Príncipe el centro de la historia va a estar en el Soviet, una entidad colectiva que ejerce funciones de Príncipe conjuntamente.
A esta altura deberías tener alguna idea ya sobre la trama general. Con esa idea en mente tienes que diseñar muy bien el equilibrio de poder. En gran medida ese equilibrio está en los números, ya que las decisiones del Soviet, equivalente al Príncipe, se votan. Otros factores que infuyen es la fuerza, militar o política, de cada facción o la relación con el delegado en el Soviet Supremo. Con esto en mente, ajusta los equilibrios matemáticamente.
Intenta que haya al menos un par de coteries más en la ciudad. Es posible que tengan un líder fuerte o, menos frecuentemente, el liderazgo esté repartido. Piensa en las relaciones entre coteries, y sus posiciones políticas. Haz las cuentas para saber quién tiene la voz cantante. ¿Qué facción ha podido colocar al delegado ante el Soviet Supremo? ¿Cuántos Comisarios hay, quiénes son y cuáles son sus funciones?
Ahora ya puedes pasar a diseñar cada personaje individual (quizás quieras jugar en una población pequeña). Recuerda que los Brujah tienen mayoría en casi todos los Soviet, y trabajan para asegurar que siga siendo así. Trabaja en sus motivaciones y por qué está en esa coterie, intenta que cada personaje no sea un clon de los de su grupo.
No olvides tampoco repasar la ambientación, leer la historia real e inventar la ficticia, seguramente te determinará gran parte de la ambientación.
Paso 4: Jugar
Ya sabes jugar a Vampiro (seguramente), por lo que en este punto no debería resultar muy difícil. Simplemente voy a recapitular lo explicado sobre los Soviet para ver cómo se aplica a una partida.
Política Soviética
Como ya se ha expicado, la política se convierte principalmente en una cuestión numérica. Las votaciones se utilizan para cualquier asunto que normalmente dirimiría un Príncipe: Abrazos, juicios, condenas, reparto de territorios, etc. Ganar consiste normalmente en negociar con muchas partes hasta conseguir una mayoría, y que luego no te traicionen, claro.
El sistema de voto es muy democrático, pero hay muchas maneras de abusar de él. Una, es consiguiendo que tu facción crezca (o la de los demás decaigan), hasta tener una mayoría que pase como un rodillo por tus adversarios. Otras son lograr que alguien sea detenido justo antes de la votación, crear un percance para que no pueda asistir al Soviet, fabricar pruebas falsas que agiten la paranoia contra alguien, asesinar a miembros de la facción contraria o pastelear votos por favores bajo cuerda.
Cada Soviet tiene un delegado en el Soviet Supremo. Este delegado puede pertenecer a una facción contraria de la dominante si las tornas cambiaron después de elgirlo. El Soviet Supremo es lento a la hora de elegir, y a veces no se toma la molestia de hacerlo, pero si se consigue que actúe es una fuerza muy poderosa porque puede enmendar las decisones de los Soviets locales (y además es el único que puede decretar la Muerte Definitiva contra un Vástago).
Detenciones y condenas
Los Soviet son los únicos que tienen competencias para juzgar a un Vástago. Los juicios son el arma política definitiva, pero hay que ir con sumo cuidado para no provocar guerras civiles.
Es muy raro que se condene a un Vástago dentro de la misma sesión en la que se le acuse. Situaciones así acababan en batallas campales entre los detractores y seguidores del detenido. En vez de eso, lo normal es que sea acusado y detenido en el momento (si esta presente) y en otra sesión se le juzgue, dando la opción al acusado de que no empeore su situación al resistirse.
Si el acusado no está presente, normalmente es el Comisario de Asuntos Internos (o simplemente Comisario en muchos Soviets donde no existen otros cargos) el que se encarga de detenerlo. En esto es donde el Comisario tiene una cuota de poder, pues puede ser poco eficaza cazando al acusado si así le conviene. No sólo eso, el Comisario puede detener a alguien sin que lo ordene el Soviet. Aunque más tarde el Consejo tendrá que votar si lo absuelve, esto puede desequilibrar otras votaciones. Por último, el Comisario no tiene autoridad para matar a alguien y debería evitar dejarlo en letargo, especialmente si se entrega libremente, pero a veces simplemente declaran que se resisitió y resultó muerto o herido durante el combate.
Con todo, los Comisarios no tienen poder ilimitado. Su mandato dura tan sólo cinco años, y no puede ser reelegido después de eso. Además, el Soviet puede revocar poder sobre un Comisario.
El Soviet Supremo también tiene Comisarios para hacer cumplir sus órdenes. Solamente el Soviet Supremo puede dictar la Muerte Definitiva, los Soviets locales tienen que usar otros castigos como el destierro o la estaca.
Trama de ejemplo
Si con todo lo dicho no ves claro cómo hacer una partida política en la URSS, puedes leer esta trama de ejemplo y adaptarla a tu partida o inspirarte.
El Soviet Nocturno de la ciudad de los jugadores se reúne para discutir sobre el Abrazo de nuevos miembros que remplacen a los que se han ido a colonizar los nuevos territorios de la URSS. Una de las coteries pretende un reparto favorable para ellos, pero al enconarse la discusión, el líder de la facción entra en frenesí y se concede aplazar el Consejo.
Para la siguiente sesión, dos miembros de otra coterie han desaparecido. La coterie problemática gana las votaciones gracias a ello, haciendo un reparto aún más injusto que el original.
En las siguientes noches varios Vástagos son acusados de una trama para asesinar a los dos miembros que faltaron a la votación. Las acusaciones son inconsistentes y poco creíbles, pero salen adelante gracias a la nueva mayoría. Está claro que la coterie problemática está consolidando poder.
¿Qué podrían hacer los jugadores? Podrían recabar pruebas sobre la autoría del asesinato y presentarlas al delegado del Soviet local en el Soviet Supremo. Sus contrincantes reaccionarían intentando destituir al delegado y eligiendo a otro, por lo que los jugadores tendrán que encontrar la forma de acelerar el proceso o evitar la reunión de destitución.
Dudas y sugerencias
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