Referido a la historia Luca Giovanni en Santa Lupita.
Como la investigación se va volviendo compleja, hemos decidido recopilar todas las pistas para que sirvan de referencia.
Este texto está escrito desde el punto de vista de la Obispo Pilgrim, y se corresponde a la información descubierta en la primera sesión.
Nota: En esta sesión no se reveló ningún documento ni imagen, así que lo único que incluyo es un breve resumen.
Soy Haughty Pilgrim, Obispo de Santa Lupita (superficie), de la Archidiócesis de su Excelencia el Arzobispo Tascón. Continúo registrando los avances de mi investigación incluso cuando las órdenes imperan el mayor secretismo.
Soy Haughty Pilgrim, Obispo de Santa Lupita (superficie), de la Archidiócesis de su Excelencia el Arzobispo Tascón. Continúo registrando los avances de mi investigación incluso cuando las órdenes imperan el mayor secretismo.
Continuando nuestra investigación sobre El Porvenir, hemos estado hablando ya con Carlito, el “casero” del edificio, básicamente un macarra que extorsiona a todo el bloque para que les pague, y hemos obtenido información sobre nuestro inesperado competidor. Se presentó como George Michaelson, investigador paranormal. Unos 25 años, con el pelo largo echado para atrás, y viste caro. Según ellos, tenía pinta de “blandito” o niño de papá. Pagó dinero por la información y porque le dejara usar unos aparatos para buscar espíritus.
He de reconocer que el sr. Giovanni, en contra de lo que esperaba, ha sabido desenvolverse bien en el ambiente delincuente. Parece que sabe desenvolverse bien en todos los terrenos sociales. Sus poderes de dominación sin duda le ayudan.
No sabemos quién es George Michaelson. Todo apunta a que es un Vástago, y que tiene poderes de Nigromancia, lo cual apunta directamente a la familia Giovanni. Mis sospechas siguen siendo que está enviado por la Camarilla. Espero que los Giovanni no estén jugando a dos bandas, porque esta vez no voy a dejar que nadie nos la juegue.
He encargado a Esteban, el ghoul de la catedral, que busque a un tal George Michaelson por los hoteles de más lujo. Tiene pinta de ser de los que mejor se cuidan.
Camino al cementerio, pudimos contactar con mi ghoul personal, que trae noticias preocupantes. Al parecer ella y Friedrich fueron sorprendidos por el enemigo mientras investigaban en el cementerio. Ella pudo huir, pero el ghoul del Giovanni, seguramente menos entrenado fue capturado. Me pareció que Luca estaba realmente afectado e incluso llegó a reconocer lo importante que era su sirviente para él. Posiblemente hubiera hecho alguna locura si no se lo hubiera impedido. Una vez más se ve cómo la Humanidad hace débiles a los vampiros. Sea como sea, es interesante conocer una debilidad del sr. Giovanni por si me piensa traicionar, o lo sería si no fuera porque lo más posible es que no volvamos a ver a Friedrich nunca más.
Pero debo centrarme. El cementerio está custodiado por hombres muy bien armados, con fusiles y chalecos antibalas, por lo que hemos podido observar desde la distancia (ya que la barrera mística que impide la entrada a Cainitas sigue en pie).
Lo que sí ha conseguido mi ghoul es un pequeño encargo macabro de nuestro nigromante: una falange de un muerto. Con ella éste quería realizar algún tipo de ritual para traer al fantasma del dueño, pero ha fallado por algún motivo (aunque él dice que ha funcionado pero ha fallado a la vez, escusa que no entiendo mucho).
Pero cuando estábamos a punto de abandonar nuestro puesto de vigilancia, hemos sido sorprendidos por una extraña visita. Uno de mis vampiros, García, de los Bravos de Santa Lupita, se ha presentado allí con aspecto totalmente desorientado. No fue capaz de dar ninguna explicación convincente de qué hacía en el lugar. Su manada dice que simplemente salió corriendo repentinamente. Sin embargo, parece conocer el nombre de Semankak. Esto huele mal. No puedo evitar recordar la delirante conversación con Adrián.
Temo que García pueda estar bajo el control del Eterno, así que lo dejaré bajo custodia en el lugar más seguro que conozco: la Catedral. Mañana proseguiremos con el interrogatorio, y quizá podamos hacerle unas pruebas para ver qué pasa exactamente con él.