Repaso por el Dharma de la Senda los Mil Susurros a través de sus distintas direccioens, que el autor formaliza como sendas con su propia organización.
Por Steve Kenson
El juego no consiste en convertirse en algo sino en convertirse en nada.
-Baba Ram Dass
El Dharma de los Mil Susurros consiste en colocarnos en el centro de las cosas, pero a pesar de eso, avanzar. Un viaje en una senda requiere movimiento. Es el movimiento de la vida combinado con la serenidad del espíritu lo que nos impulsa en el camino. Un elemento importante de este impulso dinámico es la dirección que tomamos tras el Segundo Aliento. Determina nuestro papel y nuestro lugar en la sociedad Kuei-jin y colorea las vidas que vivimos y el camino en el que caminamos.
Con el paso del tiempo, los profesores y maestros de los Mil Susurros han desarrollado tradiciones y enseñanzas únicas que se adaptan a los que siguen direcciones particulares. Estas tradiciones pretenden ayudar al discípulo a mejorar la comprensión de la senda y cumplir mejor sus obligaciones, como les dicta la dirección de su corte. Yo sigo la dirección del centro, así que no practico ninguna de estas sendas, aunque otros Juncos Huecos lo hacen. Mi sensei seguía las enseñanzas de los Ciempiés Escarlatas del sur, y los Bunraku del norte son bien conocidos en mi Japón natal.
Últimamente algunas voces afirman que estas “sendas errantes” (como un mandarín las llamó) amenazan la armonía y el equilibrio de los discípulos en lugar de ayudarlos. Estas voces discrepantes consideran que enfatizan las peculiaridades de cada dirección por encima del equilibrio general del Dharma de los Mil Susurros, provocando el desequilibrio en los Juncos Huecos y apartándolos de la senda. No sé si tienen razón, pero si es así, se trata de un debate muy importante para los Ciempiés Sabios.
NORTE: LOS BUNRAKU
Los Bunraku del norte reciben el nombre de los “hombres invisibles” del teatro japonés. Vestidos completamente de negro, son los titiriteros que el público pretende ignorar, como si fueran invisibles, aunque puedan verlos claramente. Los Juncos Huecos Bunraku ocupan un lugar similar en la sociedad Kuei-jin. Se dedican a mantener el orden, el equilibrio y la armonía dentro de y entre las cortes y casas del Reino Medio. Los Bunraku defienden las tradiciones y castigan a los transgresores, pero cumplen sus obligaciones en silencio, tras el escenario, como sombras siempre vigilantes y acechantes, tirando de los hilos de las cortes para encajarlas en sus ideales de equilibrio y armonía.
Los Bunraku se iniciaron en Japón, donde muchos Juncos Huecos parecían destinados a seguir la dirección norte tras la apertura a Occidente. Los Bunraku consideraban que su deber era proteger las tradiciones japonesas contra los invasores occidentales y proteger a la sociedad Kuei-jin de la corrupción y de desviarse del camino armonioso dictado por el Augusto Personajes de Jade. He oído historias que asocian a los Bunraku con los restos de los clanes shinobi de Japón, los legendarios ninja, maestros del sigilo, la invisibilidad y el asesinato.
Aunque fracasaron en su propósito de mantener a Japón aislado de Occidente, los Bunraku consiguieron fortalecer el poder de los uji Kuei-jin y se esforzaron por expulsar a los herejes Sotogawa No de las islas. Antes de la aparición de los Bunraku los Juncos Huecos de la dirección norte servían de forma individual a los intereses de las cortes, pero no estaban unidos por una organización. Las tradiciones uji de Japón permitieron a los Bunraku presente una fuerza poderosa y unificada. No pasó mucho tiempo antes de que la aparición de sombrías figuras vestidas de negro se convirtiese en un elemento común en las cortes del Reino Medio, pues los ancestros comenzaron a pedir ayuda a los Bunraku para dispensar justicia y mantener el orden y el equilibrio.
Aunque su propósito es mantener la armonía y las costumbres tradicionales, los Bunraku realizan su cometido de forma poco tradicional. No actúan abiertamente como la mayoría de los jueces y magistrados Kuei-jin, que celebran cortes y escuchan peticiones. Prefieren trabajar tras la escena como investigadores, inquisidores e incluso como ejecutores. Las cortes que los Bunraku celebran son cortes de sombra, celebradas en lugares secretos siguiendo las órdenes del ancestro al que los Bunraku deben lealtad. En esos lugares se decide el destino de los trasgresores. Esta organización es adecuada para los ancestros de las Cortes Augustas, que a menudo prefieren que determinados asuntos sean solucionados discretamente, y también se adapta a la forma sigilosa de actuar de los Bunraku.
Fríamente lógicos y objetivos, los Bunraku realizan sus tareas sin piedad o remordimiento. Se aplican especialmente en los principios de los Mil Susurros respecto al equilibrio y mantener las cosas en armonía o destruirlas para evitar que el desequilibrio se extienda. Irónicamente, su fría devoción al equilibrio puede llevar a los Bunraku a desequilibrarse hacia el Yin, al encontrar una virtud mayor en la mente fría. Por esta razón muchos Bunraku llevan máscaras Yang, viven vidas mortales de indulgencia y exceso y vidas sombrías de deber y objetividad. Los extraños pueden considerar esta contradicción hipócrita, pero eso sólo demuestra que no comprenden los principios de los Mil Susurros. Después de todo ¿la devoción al deber no es digna de cierta indulgencia?
Los Bunraku se visten tradicionalmente de negro, e incluso llevan máscaras negras cuando quieren actuar discretamente. Son hábiles en las técnicas del sigilo y el disfraz, y sospecho que hay más actuando en las cortes de lo que los demás Kuei-jin conocen, salvo los ancestros.
UN BUNRAKU HABLA:
“Aunque habitualmente se dice que nuestra tradición comenzó en Japón, sus raíces son mucho más profundas, remontándose a los comienzos de las Cortes Augustas. Juncos Huecos vestidos de negro servían a los ancestros de las cortes ejecutando la ley y juzgando a los trasgresores. Los Ciempiés Sabios de la dirección norte ayudaron a los gaki a controlar Japón, proporcionando valiosos guerreros en la guerra de sombras por el control de esa tierra. Los Bishamon aprendieron a respetar nuestra habilidad, aunque los obligamos a esconderse en las tierras salvajes de las islas.
“La Rueda gira, y el gobierno de la Casa Genji se desequilibró mientras el poder de las Cinco Cortes Augustas desaparecía. Nuestros reverenciados ancestros vieron el desequilibrio en Japón y actuaron para corregirlo. Secretamente contactaron con los restos dispersos de la Casa Bishamon y poco a poco se ganaron su confianza. Los gaki exiliados buscaron aliados entre los demás shen de Japón, perfeccionando su poder sobre la magia natural de las islas.
“Los Bunraku ofrecieron ayuda a los Bishamon contra la Casa Genji para volver a equilibrar la Rueda. Con nuestra ayuda y enseñanzas, la Casa Bishamon derrocó a los Genji en el Año de las Cometas Negras. Desde entonces los Bunraku han sido aliados de los Bishamon, aunque el ancestro de la casa siempre ha dejado claro que no confía mucho en nosotros. Después de todo, cuando la Rueda vuelva a girar ¿no podrían los Bunraku volverse contra los Bishamon también? El ancestro es sabio.
“Después de nuestro éxito en Japón tratamos de equilibrar los conflictos en las Cortes Augustas y por todo el Reino Medio. Los enviados japoneses ayudaron a otros Ciempiés Sabios del norte, extiendo los secretos que habíamos aprendido en japón y el arte del juicio invisible por todo el Reino Medio y dentro de nuestro Dharma.
ESTE: LOS PAVOS REALES DANZARINES
En el este, los Pavos Danzarines son los responsables de la protección y armonía de los rebaños mortales, las contrapartidas de los Bunraku que vigilan el equilibrio de la sociedad Kuei-jin. Como los Bunraku, los Pavos Reales se mueven invisiblemente en la sociedad mortal, aunque muy a menudo su “invisibilidad” procede de su habilidad para camuflarse a plena vista. Estos Junchos Huecos a menudo extravagantes se encuentran más a gusto entre la humanidad y se sienten atraídos por la sociedad que dejaron atrás, a veces demasiado. Suelen utilizar los colores brillantes e iridiscentes que les han otorgado su nombre, especialmente sedas finas teñidas de verde azulado.
Los Pavos Reales Danzarines se encuentran por todo el Reino Medio, aunque la facción se originó en la Corte del Fénix Escarlata, que ahora está ocupada por las Cortes Doradas. Los Kuei-jin de esa zona que seguían el Dharma de los Mil Susurros eran (y siguen siendo) relativamente raros. Los Juncos Huecos asociados con el este a menudo se sentían atraídos a la vida y al poderoso Yang del Fénix Escarlata, y ayudaron a servir como elemento de templanza a la feroz naturaleza de las penangallan y sus excesos salvajes –Sin embargo, no consiguieron evitar la caída de la Corte del Fénix Escarlata ante los Reyes Yama. Aunque las Cortes Doradas fueron purgadas de akuma, su fracaso en mantener el equilibrio constituye una gran vergüenza para los Pavos Reales Danzarines, una de las razones más importantes por las que dirigieron su atención hacia las vidas de los mortales en lugar del mundo corrupto de los Muertos Hambrientos.
Por todo el Reino Medio, los Pavos Reales Danzarines actúan como guías y guardianes de los mortales, evitando que descubran la obra de los Diez Mil Demonios, y al mismo tiempo los protegen de algunos de los peores excesos de su especie. Son los Juncos Huecos más hábiles en la creación y manejo de las Pantallas Escarlatas que ocultan nuestras cortes de ojos curiosos. Debido a sus lazos con la sociedad mortal, también son los más hábiles de nuestro Dharma creando nuevas identidades mortales. La ayuda de un Pavo Real Danzarín puede incrementar enormemente la capacidad de una máscara ante los ojos de las autoridades mortales, algo que he considerado muy útil en el pasado.
Al estar tan próximos a los mortales y al pulso de la vida, no es sorprendente que los Pavos Reales utilicen tanto el Chi Yang que pueden quedar desequilibrados. Desarrollan ataduras con los mortales, a menudo tomando amantes mortales, lo que en un estado de desequilibrio Yang puede llevar a la creación de dhampiros (no es de extrañar que tantos dhampiros nazcan en las Cortes Doradas). Algunos Pavos Reales se enfrentan a desequilibrio Yang mediante períodos de soledad y meditación, pero siempre se sienten atraídos por el cálido brillo del Yang, como polillas a la luz.
Aunque sus deberes son importantes, los Mil Susurros del este caminan en la senda más peligrosa, porque sus obligaciones a menudo los enfrentan con los principios de su Dharma. Los Pavos reales crean ataduras y relaciones que puedan permitirles dar marcha atrás a menos que estén dispuestos a cortarlas sin remordimientos. Los Pavores Reales Danzarines se vuelven tan hábiles adoptando máscaras mortales que comienzan a olvidar que sólo son máscaras, acercándose peligrosamente a las creencias del Dharma herético de la Llama del Fénix Ascendente. Y este paso fuera de la senda los acerca un paso más a convertirse en peones de los Reyes Yama, que prometen placeres y regalos a quienes están dispuestos a servirles.
UN PAVO REAL DANZARÍN HABLA:
“Las Cortes Doradas bailan al borde del abismo, acercándose a las garras de los Reyes Yama antes de apartarse bailando como una chica frívola, tentando y rechazando. Y los Reyes Yama se unen a esta danza de seducción; sólo queda pro ver quién seduce a quién. Los Kuei-jin de las Cortes Doradas se interesan en los muchos placeres que ofrece la no vida, a menudo olvidándose de que nuestra mayor fuente de placer es la vida mortal. Los mortales son un recurso valioso, más que eso, son vitales para nosotros. Sí, puedo imaginarme tu desprecio. ¿Los mortales vitales para nosotros? ¿No somos los Diez Mil Demonios? ¿No somos los príncipes del mundo? Quizás lo fuimos una vez, pero ya no.
“Ahora somos los Muertos Hambrientos, alimentándonos de los mortales para obtener el Chi que necesitamos, y si somos afortunados, acechando entre ellos para saborear preciosos momentos de placer fuera de nuestras cortes sangrientas. Nosotros los Pavos Reales Danzarines vigilamos y protegemos a los mortales como las flores que crecen en una casa en llamas, evitando que sean consumidos por el fuego que arde en los corazones de las Cortes Doradas, pero también ocultamos esos fuegos de los ojos mortales porque conocemos otra verdad que la mayoría prefieren ignorar. Si quisieran, los mortales tienen el poder para destruirnos, si suficientes de ellos aprenden nuestros secretos.
SUR: LOS CIEMPIÉS ESCARLATAS
El cambio es la esencia del Dharma de los Mil Susurros y los Kuei-jin de la dirección sur lo reciben con los brazos abiertos. Como indica su nombre, los Ciempiés Escarlatas parecen estar siempre correteando de un lugar a otro buscando nuevas experiencias, nuevos lugares y nuevas oportunidades de picar los pies de las cortes para cambiar sus prejuicios y preconcepciones de…bien, de lo que sea. Estos Junchos Huecos son conocidos por llevar por lo menos algún tipo de prenda escarlata. En ocasiones formales he visto Ciempiés Escarlatas vestidos como llamas vivientes, cubiertos de los pies a la cabeza de tonos de rojo que proclaman su dirección a todos los que los contemplan.
Los Juncos Huecos tienen fama por lo que los demás consideran cambios inexplicables de conducta (Pero por supuesto que hay explicación, si se comprende la senda). Los Ciempiés Escarlata son más propensos a actuar de forma impredecible, hasta el punto de que se los considera locos porque parecen tan mutables como el viento. De hecho de los Kuei-jin del sur de los Mil Susurros tienden a enfatizar el tercer principio de nuestro Dharma por encima de todos los demás. Aunque cada uno de nosotros trata de vivir mil vidas, cada una diferente de la anterior, los Ciempiés Escarlatas se esfuerzan por ampliar sus experiencias tanto como les es posible, convirtiendo en un arte la creación y experimentación de nuevas vidas para encontrar las perlas de sabiduría que se encuentran en ellas.
Los Ciempiés Escarlatas rechazan los lazos con sus vidas anteriores con facilidad, todos ansiosos de continuar hacia la siguiente máscara. De hecho, algunas veces su ansia puede llevarlos a deshacerse de una vida sin tomarse tiempo para saborear cada momento con plenitud. Mi sensei me dijo que le resultaba difícil aprender la disciplina para dejar que sus vidas trascurrieran lentamente, y completarlas, prefiriendo dejarlas. “No puedes tirar la flor del crisantemo”, me dijo. Creo que sus esfuerzos por mantener la disciplina me enseñaron a apreciar mejor mis propias máscaras.
Los Ciempiés del sur también disfrutan siguiendo el séptimo principio de nuestro Dharma, obligando a los demás a enfrentarse a sus decisiones y explicarlas. Los Ciempiés Escarlatas a menudo se convierten en agitadores dentro de las cortes, desafiando lo que es tradicional y aceptable, para disgusto de mandarines y ancestros. Los Ciempiés Escarlatas son quizás los mejores guerreros de los Mil Susurros. O por lo menos, son los que sienten más amor por la guerra. Los conflictos de cualquier clase, desde las batallas de las guerras a las batallas de palabras, les atraen como un cazador a la sangre. Disfrutan compitiendo y provocando conflicto. Son hábiles corrigiendo el desequilibrio mediante la confrontación, bien provocando el cambio o atacando el problema de raíz y destruyéndolo. En esto, los Ciempiés Escarlatas se parecen a sus parientes del norte, los Bunraku. Pero mientras los Mil Susurros del norte prefieren trabajar silenciosamente desde las sombras, los Ciempiés Escarlatas trabajan abiertamente, a menudo ayudando a los Bunraku o creando distracciones para que actúen sin ser detectados.
UN CIEMPIÉS ESCARLATA HABLA:
“La tradición es “la forma en la que siempre hemos hecho las cosas” ¡Menudo montón de mierda! La tradición es la forma en la que los mandarines y ancestros rechazan cualquier cosa que no comprenden y de mantenernos a los demás controlados diciéndonos lo que debemos y no debemos hacer. La mayoría de los antiguos no han salido de sus preciosos templos y cortes escondidas durante tanto tiempo que ya no son capaces de reconocer el mundo exterior. ¡Es el momento de rechazar la forma en que se hacían las cosas hace mil años o por lo menos actualizarla para el siglo XXI! Hay mucho que hacer y ver ahí fuera y tenemos cientos de vidas para hacerlo ¿pero qué hace la mayoría de nosotros? Intenta recuperar las glorias del pasado. Sólo porque estemos muertos no quiere decir que tengamos que vivir en el pasado.
“La única cosa que las Cortes Augustas han hecho bien es decidir ir a por los gweilo y hacerles pagar por los años de humillación que nos causaron. Hay algunos desequilibrios realmente antiguos que tenemos que solucionar aquí, y por esa razón he venido primero a Hong Kong. Pero no te equivoques, una vez arreglemos las cosas, será el momento de traer a casa todo lo que hemos aprendido en Occidente para que el cambio también llegue aquí.”
OESTE: LAS MÁSCARAS DE JADE EXALTADO
Los Juncos Huecos de la dirección oeste hablan con los espíritus de los muertos y escuchan a los ancestros que quieren que se les escuche. Su deber es corregir desequilibrios antiguos y a menudo duraderos en el Reino Medio. Las Máscaras de Jade Exaltado enseñan que los muertos que llevaron vidas equilibradas dejan este mundo completamente o nos observan desde gran distancia; los que dejan un desequilibrio a su paso vuelven para atormentar a los vivos y piden que se restaure el equilibrio. Los fantasmas son espíritus parciales, pidiendo que se castiguen los crímenes y se corrijan los errores. Las Máscaras de Jade escuchan sus llantos y los ayudan a descansar.
Sólo los desequilibrios críticos permiten que las sombras de los muertos furiosas o que sufren afecten a los vivos, así que las Máscaras de Jade Exaltado a menudo deben tomar acciones drásticas. Sin embargo, sólo lo hacen después de una cuidadosa consideración, analizando una situación meticulosamente antes de actuar para restaurar el equilibrio. Este acto puede ser un golpe mortal o una sencilla palabra de amabilidad. Si un fantasma persiste después de que la situación que provocó sea resuelta, el deber de la Máscara de Jade consiste es destruirlo. Una víctima cuyo deseo de venganza sobrevive a su asesino es un desequilibrio en sí misma, según los Juncos Huecos del oeste. Yo diría que los desequilibrios que provocan nuestro renacimiento tras salir del Yomi, se encuentran más allá de la persecución de las Máscaras de Jade Exaltado. Cada uno de nosotros regresa del Infierno para restaurar el equilibrio, y es nuestro deber personal hacerlo.
El escrutinio necesario para seguir los ecos de los espíritus hace que los Juncos Huecos del oeste sean diplomáticos hábiles, infaliblemente leales y dedicados a su deber. El diplomático Verdadero Jade, que fue torturado y asesinado por la Reina de las Cortes Doradas, era una Máscara de Jade Exaltado.
Cuando se trata de vivir sus vidas mortales, las Máscaras de Jade raramente se apartan de sus deberes. A menudo adoptan máscaras que les permiten corregir algún antiguo desequilibrio del karma o ayudar a los descendientes de un espíritu a corregir un error, restaurando el equilibrio y permitiendo que el fantasma descanse en paz. Los maestros occidentales de la senda han sido conocidos por utilizar la disciplina de Chi´iu Muh para destruir un alma desequilibrada que no puede ser corregida de ninguna otra forma, aceptando la carga de corregir las acciones de esa alma como un deber personal.
Los Juncos Huecos del oeste suelen llevar algún tipo de prenda blanca, vistiéndose completamente de blanco en ocasiones como un ritual importante o una ejecución. A menudo llevan verdaderas máscaras de jade cuando realizan sus deberes, especialmente como ejecutores. La visión de un enviado vestido de blanco y con una máscara de jade es una visión que muchos Kuei-jin temen.
UNA MÁSCARA DE JADE EXALTADO HABLA:
“Los espíritus de nuestros ancestros nos vigilan desde las profundidades de las Fuentes Amarillas, y es adecuado que los honremos. Pero cuando caminan en las Tierras Espejo, cuando sus llantos despiertan a los niños mortales o piden venganza, es una señal de gran desequilibrio. No se trata simplemente de almas transformadas por la muerte, sino de ecos de vida, sombras incompletas compuestas de rabia, tristeza y otras emociones. Existen para pedir que se restaure el equilibrio.
“Honramos los llantos de los fantasmas y aliviamos su dolor corrigiendo los errores que los crearon. Si una víctima acusa a su asesino, llevamos al criminal a la justicia. Si un amante muerto nunca reveló sus sentimientos a su pareja, hablamos en su lugar. Si un tirano muerto es torturado por el remordimiento, ayudamos a restaurar la prosperidad y justicia de su reino. En esto, somos aliados de las sombras.
“ Pero no somos sus amigos. Si persisten cuando el equilibrio se restaura o si provocan nuevos desequilibrios, entonces debemos solucionarlo. Son los llantos del mundo, y cuando la herida se cura, el llanto debe ser silenciado –por cualquier medio necesario.”
CENTRO
Finalmente existe un centro, la dirección hacia la que la mayoría de los Kuei-jin del Dharma de los Mil Susurros se sienten atraídos. Todas las demás fuerzas del Reino Medio orbitan en torno al centro, un lugar de serenidad y calma en el que podemos aventurarnos en toda la experiencia que el mundo nos ofrece. No reclamamos ni nombre ni título para nosotros; todos somos Juncos Huecos, Ciempiés Sabios, estudiantes del Dharma de los Mil Susurros.
El deber de los Juncos Huecos del centro es mantener el equilibrio, nada más y nada menos. Y ningún otro deber puede ser a la vez tan sencillo y tan complejo. La sociedad Kuei-jin está llena de desequilibrio, cambiando la forma de corregirlo. Cuando sólo era un hin, recién recuperado de la sombra del alma que casi me consumió en el Segundo Aliento, pensé que sería una tarea fácil restaurar el equilibrio imponiéndolo. Pero no es fácil. Imponer el equilibrio lleva al éxtasis, el estancamiento y la muerte. Sin el conflicto constante entre fuerzas –Yin y Yang, Hun y P´o- no puede existir nada. El Augusto Personaje de Jade comprendió este principio y separó el Yin del Yang para que pudiéramos comprenderlos como partes diferentes de un todo dinámico.
No, mantener el equilibrio es algo más complejo. Es como equilibrar platillos que giran en lo alto de cañas o hacer malabarismos con cuchillos o antorchas encendidas: tienes que mantenerlo todo en movimiento, todo en el lugar correcto, y si lo mueves de la forma incorrecta, probablemente te harás daño o algo se romperá. El equilibrio es un estado delicado, pero cuando se consigue es algo hermoso, algo que merece la pena mantener. Es el primer deber que se les dio a Wan Xian, un deber que los Juncos Huecos continuamos cumpliendo.