Cada inicio del año gregoriano solar es sucedido al poco tiempo por el año lunar, de origen chino, pero importado y celebrado en gran parte de Asia. Debido al gran número de personas que habitan o tienen su origen en estas regiones, éste nuevo año es uno de los acontecimientos más importantes del mundo, si no el que más (ya que los asiáticos celebran con tibieza el año solar y con un gran despliegue el lunar).
Los shen, las criaturas sobrenaturales del Reino Medio, no son ajenos a estas celebraciones. Casi todas ellas son firmes creyentes en una cosmología cíclica llamada la Rueda de las Edades. El año es un reflejo menor del giro de las edades, como dos engranajes conectados en la misma máquina. Estudiando el paso de los años, esperan entender mejor el ciclo de las edades. Celebrando el cambio, esperan que la Rueda no se detenga.
Este artículo analiza el significado y la celebración del año nuevo entre las distintas razas sobrenaturales de Asia. Mi experiencia y conocimiento de primera mano ha llegado a través de Vietnam, por lo que las descripciones, especialmente de la sociedad mortal, están más cercanas al país, aunque por lo que me consta en China y muchos países se vive de forma parecida.
La astrología china
A pesar de tener meses lunares, el calendario chino no se descuadra respecto a las estaciones como ocurre con el islámico. Esto es porque se introducen ajustes, de forma similar a los años bisiestos. Gracias a ese mecanismo, el nuevo año lunar ocurre cada vez en un día solar distinto, pero siempre a finales de enero o principios de febrero.
Como es ya conocido en las sociedades occidentales, cada año está asociado a un signo del zodíaco chino, por orden: …
El año nuevo entre los mortales
Mi descripción se va a basar en Vietnam, pues es de donde procede mi conocimiento y experiencia de primera mano.
Aproximadamente un mes antes del año nuevo lunar, conocido en Vietnam como Tết, tiene lugar la Navidad. Aunque esa festividad no tiene demasiado significado salvo para la minoría cristiana, es cuando aparecen las primeras luces, con objeto de atraer a turistas y clientes. Cuando acaba el año gregoriano, muchas de las luces y adornos se mantienen, y en los comercios empiezan aparecer motivos del año nuevo: flores amarillas o rosas, sandías, pasteles de arroz, niños en vestimenta tradicional y, sobre todo, el animal del zodíaco que presidirá el próximo año. Los hogares, sin embargo, todavía tardarán alrededor de un mes en vestirse para el Tết.
En los días previos al cambio de año, todos los que pueden vuelven a su lugar de origen. Se considera que en este tiempo se produce en China la mayor migración humana, pero a éstos hay que sumarles todos los países de la sinosfera. Las empresas locales dan vacaciones, y quienes viven en otras partes del mundo hacen lo posible por regresar, pues es una gran pena para los padres la ausencia de sus descendientes en estas fechas.
El enorme éxodo rural de estos países hace que los desplazamientos sean masivos y carreteras, trenes y aeropuertos se ponen al borde del colapso.
En los días previos al Tết la actividad en todos los hogares es frenética. Hay que preparar comidas, ya que durante la celebración no hay mucho tiempo para cocinar. Hay que limpiar la casa y comprar ropa, vehículos o cualquier cosa. Muchos vietnamitas pulen los ahorros del año, ya que creen que recibir el año con la mayor muestra de prosperidad atraerá la prosperidad durante el mismo.
También hay que comprar los adornos de año nuevo. Ciertas zonas de atiborran de vendedores que hacen su agosto en estas fechas. Hay sandías bellamente gravadas, cocos con pintura dorada y un sinfín de otros adornos. Lo más importante es el árbol, muy similar en concepto al de navidad. Suele ser un arbolillo de estilo oriental, cultivado para la ocasión en un macetero, con hermosas flores, amarillas en el sur, y rosas en el norte de Vietnam (este color imprime una estética diferenciada en ambas zonas del país, pues es predominantemente y el resto de decoración va acorde). De forma similar a la costumbre occidental, sobre sus ramas se colocan pequeños adornos, generalmente rojos y dorados. Si no de quiere comprar un árbol, que es más caro según lo grande y el número de flores, un gran macetero repleto de flores de largos tallos hacen el avío.
Aparte de las preparaciones, la otra actividad que mantiene ocupadas a las familias son las visitas. Los vietnamitas aprovechan para ver a parientes lejanos dentro de la misma ciudad y a vecinos y amigos, especialmente a aquellos a los que no ven regularmente durante el año. Generalmente las generaciones jóvenes son las que se desplazan a ver a sus mayores, pero no es una regla estricta.
La visita debe traer regalos a su anfitrión, normalmente comida, que es lo más práctico en estas fechas. Los anfitriones por su parte deben servir refrigerio. El resultado curioso de esto es que en cada casa se come no lo que compran, sino lo que otros les han traído.
La última noche del año las familias salen a ver los impresionantes fuegos artificiales que tendrán lugar en la media noche. No obstante esta costumbre es más informal y no obligada, por lo que muchos mayores prefieren quedarse en casa.
Mucho más importantes son los tres primeros días de celebración. Al comienzo del primero se prepararán las viandas para el banquete y se ofrecerán en los altares de los antepasados -una práctica que repetirán cada día de celebración-. A continuación, les encienden inciensos y les entonan cánticos para darles la bienvenida, pues se quedarán con la familia hasta el fin de las celebraciones.
El primer día idealmente todos los hijos y nueras acuden a la casa del ascendiente de mayor edad, por vía paterna, pues las mujeres entran al casarse en la familia del marido. Si el patriarca no está vivo, su mujer ejerce como cabeza de familia.
Una vez los antepasados han disfrutado del reflejo espiritual de las viandas, éstas son servidas a los vivos. Generalmente hay varias mesas pues la familia extendida suele ser bastante grande. Entonces lo habitual es que las mujeres se sienten con las otras mujeres, y los hombres con los hombres. Pero es una cuestión más de afinidad y temas de conversación comunes que una norma social estricta, y a lo largo del banquete mucha gente cambia de sitio para hablar con otras personas.
La comida es extremadamente copiosa, y los hombres beben grandes cantidades de cerveza, mientras brindan para animarse. Cuando se vayan, quedarán restos y latas vacías que recoger, labor de la que generalmente se ocuparán las mujeres que vivan en la casa.
En esos primeros días del año las comidas y las cenas se suceden, en casas de distintas familias. Segundos matrimonios y divorcios pueden multiplicar la familia política, obligando a un infierno de planificación. Durante ese tiempo, todos lucirán ropa formal nueva. También es el momento de la entrega del dinero de la suerte, cantidades dispares que se dan en sobres decorados (a veces elegantes y decorados, a veces regalo promocional de bancos y comercios). En este caso la dirección cambia, siendo la obligación de cada generación dar para las siguientes (por ejemplo, los abuelos han de dar para hijos, nietos y sobrinos).
También es un buen momento para visitar las tumbas de los difuntos, y los accesos a los cementerios se colapsan. En la costumbre vietnamita, tras colocar incienso en la tumba de padres y abuelos, también se reparten entre sus vecinos, esto es, las tumbas de alrededor, pensando en que pudieran no tener quien les rezase a ellos. Sirva como muestra del fuerte espíritu comunitario de este pueblo.
Tras tres días intensos de reuniones con familiares y amigos, se repite el ritual para despedir a los ancestros que estaban de visita y ahora deberán volver al más allá.
La celebración del año nuevo ha terminado, pero por fortuna las vacaciones todavía durarán alrededor de una semana más, permitiendo a familiares y amigos reunirse de forma más informal, ir a la playa o cualquier plan con el que aprovechar el tiempo libre.
Los Kuei-jin
Los muertos hambrientos han construido una sociedad sofisticada que no es ajena a un acontecimiento tan importante.
Para los Wan Kuei el cambio de año es importante en tres vertientes. La primera, astrológica, pues es conocida la confianza de las Cortes en los adivinos y estudiantes del ciclo cósmico. La segunda es la Dhármica, pues todas las filosofías Catayanas prestan atención o a las familias mortales o a los cambios de ciclo. Por último, es un acontecimiento social intenso donde pueden pueden hacer balance del año anterior, estrategia para el próximo y acordar planes con distintas partes.
Mucho antes de que llegue el momento los astrólogos Kuei-jin deben hacer sus cálculos y predicciones para el nuevo año. Es un trabajo muy complicado e impreciso, pues a la astrología que conocen los mortales y el zodíaco, hay que sumarle las complicadas leyes que rigen el destino de los Gui Ren y el influjo de las Direcciones. No obstante, los adivinos se esmeran en hacer las mejores predicciones (o al menos tan ambiguas que parezcan cumplirse siempre), pues su prestigio les va en ello.
Los adivinos transmiten sus augurios al Ancestro y Mandarines, que las usan para trazar estrategias políticas, bien para la Corte o para ellos mismos. Los augurios no se hacen públicos para todos los Kuei-jin, sería la mejor forma de advertir a los Akuma de lo que vendrá. No obstante, mucho se acaba confiando a ciertos individuos o filtrándose en general, y los rumores corren rápidamente de un vampiro a otro.
Para una sociedad tan alienada respecto a los humanos, sorprende que los vampiros del Reino Medio sigan hasta cierto punto costumbres similares a la de los mortales.
Así, en las últimas noches se preocupan de hacer balance y nuevos planes, comprar ropa y hacer visitas. Es el momento de mostrar gratitud, así que los Kuei-jin visitan a maestros, vampiros que se portaron bien con ellos, superiores con los que quieran congraciarse o cualquiera a quien deban un favor. Al contrario de la costumbre humana de simplemente plantarse en la casa que sea, es conveniente anunciar las visitas y acordar noche y hora.
Los visitantes suelen traer algún regalo con el que agasajar a su anfitrión, en la medida de sus posibilidades. Puede ser una prenda de vestir o un adorno, un favor, dinero en metálico o algo simbólico. Por su parte el anfitrión no tiene por qué ofrecer nada, pero los vampiros orientados al Yang a veces sirven comida o alcohol. Sólo los más poderosos pueden permitirse nutrir a sus visitas con chi almacenado en jade o, sólo si anfitrión y visita tienen confianza y comparten esos gustos, víctimas con chi fresco que compartir.
Los Wan Kuei celebran reuniones en los mismos tres primeros días del año donde tienen lugar las de los mortales. Dado que cada Kuei-jin tiene varias filaciones que serían difíciles de compaginar, en la mayoría de las Cortes se ha terminado imponiendo una agenda concreta.
La primera noche del año, los vampiros han de celebrar con su Wu. La forma de la celebración depende de las tradiciones concretas del Wu, pero algunas de las cosas comunes son honrar a los miembros caídos, venerar al nushi y pedir su favor, agasajar al Padre, planificar y, por supuesto, festejar.
La segunda noche es para dedicarla al Dharma. Generalmente el vampiro se reúne con otros miembros de su secta en la Corte, aunque en Cortes pequeñas suele reunirse todo el Dharma junto. La naturaleza concreta de la celebración cambia mucho según el Dharma, pero siempre hay actividades espirituales, consejos espirituales en grupo y cohesión entre los miembros.
La tercera noche los Kuei-jin se reúnen con otros vampiros de su misma dirección. Algunos Kuei-jin consideran esta reunión aburrida e incluso se la saltan, pero para otros muertos famélicos es la ocasión para resolver sus dudas en la resolución de su destino, hacer planes con sus semejantes o simplemente pasar el rato con personas parecidas a ellos. Las veladas varían mucho entre los encendidos debates del Sur, los mucho menos apasionados del Norte, los ritos funerarios del Oeste, las fiestas del Este o los debates Dhármicos del Centro. Las celebraciones pueden estar incluir entretenimientos de todo tipo, lecturas, duelos, y los organizadores más ambiciosos incluso ofrecen presas para atraer la concurrencia. Sea como sea, es interesante para muchos ver cómo las distintas direcciones se desarrollan en distintos individuos de distintos Dharmas.
// NOTA: ¿Valdría la pena desarrollar dirección por dirección?
Debido a que los todos los Dharmas requieren de alguna forma de interacción humana, aunque sea vigilando a la familia desde lejos, las mismas convenciones sociales instauran que las reuniones Kuei-jin empiecen siempre tras la media noche. De esta forma, todos los Kuei-jin disponen de la primera parte de la noche para interactuar o experimentar con los humanos de la forma que hayan planificado, y las obligaciones colectivas tienen lugar cuando ya prácticamente todos los mortales se han ido a dormir a casa.
El Aullido del Tigre Diablo
Los Diablos Celestiales celebran con entusiasmo el año nuevo. Cada año que finaliza, es una vuelta más en el reloj que cuenta hacia la Sexta Era. Los Tigres Diablo piensan que en ésta se vivirá su momento glorioso. Las Ceremonias del Dharma son sangrientas y ruidosas, y en su expresión salvaje los Tigres Diablo esperan mostrar a los Reyes Yama que no tienen miedo a la llegada de su reinado.
A diferencia de otros Dharmas, no suelen prestar mucha atención a las familias mortales, aunque algunos de los fieles se deleitan en hacer perversidades justo en esta fecha.
El Camino de la Grulla Resplandeciente
Para las Grullas, el año nuevo no es signo de especial felicidad. Opuestos a los Tigres Diablos en su visión sobre el devenir de las Edades, en todo caso lo toman seriamente como un recordatorio de que no deben cejar en su acuciante misión.
Como las Flores de Hueso, la familia es importante, y por eso también la vigilan en la medida de sus posibilidades. El no mostrarse ante ellos, tiene incluso más importancia para ellos, siendo una exigencia religiosa. Por eso, ni aunque hayan pasado decenas de generaciones, la Grulla Resplandeciente nunca se expondrá a ellos.
Por todo ello, algunos eligen mirar desde las Tierras Espejo. Otros, cultivan contactos con vecinos o amigos de la familia, para obtener la información de segunda mano.
La segunda noche del año, tras las celebraciones mortales, los Hielos Resplandecientes suelen acudir a sus templos. Allí tienen lugar lecturas de textos sagrados, debates, y también conversaciones informales. Rara vez hay un ambiente festivo en estas reuniones.
La Canción de la Sombra
A pesar de su desapego por el mundo de los vivos y las pasiones, y del hincapié en el cultivo de una mente fría, el Dharma de las Flores de Hueso incluye la protección de la familia como uno de sus principios ineludibles. Es por esto que en estas celebraciones tan importantes, estos vampiros contemplen a la familia, para vigilarla, fiscalizarla o intentar aprender algo.
Cada Flor de Hueso busca la manera de hacer esta vigilancia. Algunos encuentran la forma de observar desde las sombras sin ser vistos. Otros, siempre que su edad les permita no ser reconocidos por sus parientes se las arreglan para asistir como invitados. Aunque la experiencia de unas horas de ruidosa conversacion mortal banal y risas exacerbadas por el espíritu de celebración y el alcohol no es demasiado placentera para la mente fría de un jina de la Canción de la Sombra, y pocos repiten la experiencia. Quienes lo pueden permitir pasan a las Tierras Espejo Yin y observan a los mortales desde el otro lado de la Muralla. Allí suelen coincidir con wraith pertenecientes a la familia, pero su aire oscuro y melancólico es bastante más agradable que ambiente cargado de Yang de sus failiares vivos.
Conversando con los fantasmas, el Kuei-jin puede desarrollar al mismo tiempo otras de sus obligaciones, así como ocupándose de cualquier espectro que estuviera atosigando a la familia.
Tras la media noche del segundo día, las Flores de Hueso dejan a los mortales y se reúnen entre ellas. El lugar suele estar asociado al Yin o al conocimiento, y ser invariablemente silencioso, como un cementerio o una biblioteca. Las normas de etiqueta establecen que quien hable ha de hacerlo en susurros, lo que obliga a los demás mantener un silencio sepulcral. Esta calma es algo que las pausadas almas del Dharma agradecen enormemente entre los ajetreos de las celebraciones del Año Nuevo.
En las reuniones puede haber lecturas, exposición de descubrimientos, ofrendas a los fantasmas (que pueden ser invitados) o cualquier otro ritual religioso. Una tradición común es que un miembro iluminado ofrezca a los demás una lección encerrada en un complicado acertijo. Los fieles intereados en destacar pueden afanarse por intentar descifrar el significado, y mostras sus reflexiones al año siguiente.
La Danza del Dragón Asesino
Para los Dragones Asesinos, el año nuevo tiene un importante significado religioso. El ciclo anual es sagrado, y es una forma más de los ciclos que gobiernan el maya, como puede ser el del día y la noche y el de la vida y la muerte. El Dharma venera literalmente al sol, otro motivo más para prestarle atención. Los Dragones Asesinos pasan en estas fechas tanto tiempo celebrando con otros como meditando en soledad sobre el Ciclo.
A pesar de que todos ellos están unidos en la importancia dada al acontecimiento, hay muchas formas distintas de celebrarlo. Dependiendo de la secta concreta, o de los gustos o intereses, el vampiro puede festejar con mortales, participar en ritos orgiásticos, comulgar con espíritus o simplemente observar y meditar. En cualquier caso, hará bien en planificar con antelación.
La Senda de los Mil Susurros
El ciclo anual es igualmente sagrado para los Mil Susurros. El principio y el fin simbolizan el nacimiento y la muerte. El mundo fluctúa por distintos estremos a lo largo del año, para acabar siempre en equilibirio (no obstante el calentamiento global es visto como una ruptura de ese equilibrio). También es un momento para hacer balance sobre sus máscaras, las vidas que están desarrolando en ese momento. Los Juncos Huecos tienen mucho sobre lo que meditar esos días.
Como casi todo el país tiene vacaciones, es muy complicado en muchas ocasiones dar esquinazo a vecinos y amigos durante las horas diurnas. Por este motivo, muchos Juncos Huecos adoptan identidades que dicen provenir de otra ciudad. Entonces, durante las festividades adoptan máscaras menores y las celebran con conocidos menos cercanos. No sólo para el año nuevo, es muy difícil empezar una nueva vida y pretender que no eres un forastero que acaba de llegar.
La relación con los mortales es lo más importante para este Dharma, las celebraciones con otros vampiros son secundarias. Las reuniones de los Juncos Huecos tienen mucho de compartir historias, y también de acertijos. Aunque no es obligatorio, muchos deciden que el nuevo año es un momento propicio para cambiar una vida por otra, por lo que es muy habitual que muchos Ciempiés pasen las festividades arropando a algún otro miembro del Dharma en su muerte y nuevo nacimiento.
Los Hengeyokai
Como guardianes de la Madre Esmeralda y el ciclo natural, los Hengeyokai veneran el ciclo natural y el paso de las estaciones. Los Cambiaformas de Asia también creen en la Rueda de las Edades, y uno de sus sagrados mandatos es asegurar el giro y que no se detenga.
Los Cambiaformas también creen en la astrología y la influencia de los astros y los signos. La diferencia entre un astrólogo mortal y un Hengeokai, es que el último puede hacer sus predicciones después de hablar personalmente con los astros, o al menos con sus delegados.
Los Hengeyokai manejan los signos del zodíaco de forma parecida a los mortales, pero, de igual forma que algunos de los signos cambian de un país a otro, las Cortes de las Bestias manejan una lista de símbolos diferente, donde cada año se asocia a una raza.
Rata Rata Nezumi
Buey Toro Apis (extintos)
Conejo/Gato Tigre Khan
Dragón Dragón Zhong Long
Serpiente Serpiente Nagah
Caballo Tiburón Same-bito
Cabra Oso Okuma (extintos)
Mono Zorro Kitsune (anteriormente Tortuga y Ao)
Gallo Cuervo Tengu
Perro Lobo Hakken/Contemplaestrellas
Cerdo Jabalí Grondr (extintos)
Los Kitsune, habiendo nacido en la Cuarta Edad, no tenían un espacio en el zodíaco, pero decidieron ocupar el dejado por otra raza extinta. No todos los cambiaformas están de acuerdo con que los hombres zorro puedan sencillamente reclamar un año para ellos, por lo que en ciertas Cortes de las Bestias no se les reconoce ese privilegio de las razas más antiguas.
Cuando es el año asociado a una raza cambiente, se considera que será un año propicio para ellos y su misión hacia la Madre Esmeralda. Por ello, no es extraño que reserven grandes movimientos y operaciones para los años en el año que los astros les reservan.
Igualmente, los cambiaformas nacidos durante el año de su raza son considerados ejemplares fenomenales y afortunados. Esto puede ser una bendición, pero a veces también un peso (“¡un Zhong Long nacido en el año del Dragón debería estudiar más!”) .
A pesar de la importancia que las Cortes de las Bestias le dan al acontecimiento, sus sedes suelen estar casi vacías en los días anteriores y posteriores al año nuevo, con el mínimo de recursos necesario para defender los Nidos de Dragón. Y es que casi siempre se espera que los Cambiaformas acudan a celebrarlo con su Parentela y los miembros de su raza. A diferencia de otros shen, es muy raro que un Hengeyokai pase estas fiestas entre los mortales.
Los Magos
Los Magos constituyen el grupo sobrenatural más variado de Asia, en lo que a creencias y costumbres se refiere. Nada tienen que ver la los ritos metódicos de un hechicero imperial Wu Lung, la reflexión introspectiva de un monje Akáshico o las ceremenias religiosas de un Corista Celestial cristiano, por no hablar del desdén por la superstición de los Dragones Elementales.
Hay una gran variedad de místicos en Asia, y muchos de ellos ni siquiera están afiliados a una orden concreta. A continuación se detallan algunos de los grupos más relevantes, por el número o por la importancia que le dan al evento. Pero conviene recordar que los Magos son humanos además de shen, y muchos conservan lazos con sus familias, por lo que tratarán de verlas en estas fechas, si se lo permiten las obligaciones.
Wu Lung
Los hechiceros dragón han estado implicados en los ritos del Año Nuevo desde hace milenios. Algunos dicen que ellos crearon o descubrieron en Zodíaco, los signos y los elementos, y podría ser verdad.
Los Wu Lung, hechiceros imperiales de China, están muy ocupados en estas fechas. Casi todos sus miembros participan en un enorme ritual que tiene como objetivo asegurar la prosperidad del país. El rito es tremendamente complejo y supone la coordinación de varios grupos distribuidos por el país.
El resultado es difícil de cuatificar, pues, aunque a veces hay años afortunados y años desgraciados, son tantas las variables que afectan que es difícil saber cómo les habría ido si no se celebrase el ritual. Los Wu Lung señalan el despegue de China como una potencia mundial como base de su éxito, y hacen notar que coincide con cierta recuperación del Arte y el descubrimiento de las viejas tradiciones por parte del pueblo y el gobierno chino.
Hermandad Akáshica
Cualquier cosa que se diga de una tradición tan variada, y que además en Asia comprende cientos de sectas de muy diversas creencias, es una burda generalización.
No obstante, la generalidad es que los Akáshicos no celebran el año nuevo. Habitualmente, sus creencias están más centradas en el microcosmos de cada persona, antes que en cualquier cosa externa. Así, los Akáshicos no se preocupand demasiado por los astros y giro de las estrellas. En ocasiones, los pueden estudiar como reflejo del alma humana, pero creen que es en el interior del individuo donde han de producirse los ciclos y los cambios.
Cabe destacara que algunos Akáshicos ejercen como sacerdotes o monjes del budismo u otras religiones, y aunque la Tradición en sí no tenga actividades, ellos deberán participar en las de sus congregaciones.
Eutánatos
Más interesados en la Rueda de las Edades es la Tradición del ciclo por antonomasia, los Eutánatos. También contienen diferentes sectas, pero la mayoría de ellas observan algún tipo de celebración de Año Nuevo (aunque algunas no siguen el calendario chino, sino algún otro).
Nada es mejor metáfora del ciclo de muerte y nacimiento que el fin de un año y el comienzo de uno nuevo, así que muchos de los Magos intentan acabar con algo malo y empezar algo positivo coincidiendo con este acontecimiento cósmico.
Coro Celestial
Es probablemente una de las Tradiciones más numerosas en Asia, pero, por razones obvias, no celebran nada durante el año nuevo.
La Tecnocracia
La Tecnocracia, también conocida en Asia como los Cinco Dragones de Metal, no creen en la Astrología, como forma de que la posición de los astros determine el destino de las personas.
Eso no quiere decir que en algunos miembros, especialmente los menos experimentados, las creencias antiguas sigan ejerciendo una influencia inconsciente, de la misma forma en que un agente de campo occidental se puede aferrar a su pata de conejo en un momento de miedo, pero nunca admitirá racionalmente que sea más que un estímulo.
En particular, los Ingenieros del Vacío recibieron su herencia de los antiguos astrólogos, y todavía algunos grupos conservan ciertas tradiciones, aunque sea a un nivel festivo.
No obstante, la Convención que sigue más de cerca el Año Nuevo es el Sindicato. Con astros y sin ellos, el cambio de año mueve muchísimo dinero (energía mística en sus creencias), y de la misma forma mueve cambios de conducta y hábitos. Estos flujos son objeto de apasionado estudio, y rentabilización, por parte de los Iluminados de la Convención.
Los Hsien
De toda la inmensa variedad de criaturas sobrenaturales en Asia, los Hsien son probablemente los que se toman más en serio el Año Nuevo. Es más, son de las pocas criaturas que pueden ver un efecto tangible en este acontecimiento.
Durante los días anteriores y posteriores al cambio del año, los Hsien están ocupadísimos tratando de dar cabida a las ingentes cantidades de deseos y plegarias que los mortales expresan para el año que entra. Obviamente, no pueden (ni quieren) servir a los deseos de cada individuo, así que deben priorizar según la urgencia del deseo y, y la calidad humana y fervor del solicitante.
En esta época toda la sociedad se encuentra unida en la creencia de las tradiciones antiguas y el efecto que tendrá sobre ellos. El Yugen flota en el ambiente, y los Hsien encuentran mucho más fácil obrar su alquimias.
Sistema: Durante los tres primeros días del año, todos los efectos cuentan con una fortuna adicional. Además de ésa, se añade otra más para los efectos del elemento asociado al nuevo año.
Los Wraith
Los Sin Reposo son unos de los mayores protagonistas de las festividades del Año Nuevo. Los familiares vivos les veneran y les rinden ofrendas, pero también les hacen plegarias. Los Wraith se toman especialmente en serio las peticiones que sus familiares les hacen en estas fechas.
En el Reino Oscuro de Jade, las Familias son la organización política más importante, y casi todo gira alrededor de ellas.
Mientras los mortales viajan a sus lugares de origen para visitar a sus familias, algunos muertos les acompañan, a veces haciendo el viaje en el mismo vehículo. Es una ocasión para que miembros que se han alejado de su lugar de origen, retomen el contacto con la rama principal.
En las familias especialmente grandes, las distintas ramas intercambian invitados para transmitir mensajes y organizar acuerdos. Son ocasiones de gran tensión política, y casi todos aprovechan las reuniones para mover sus piezas contra sus rivales de fuera y dentro de la familia.
Pero no todo es intriga y conspiración. Los fantasmas sacan tiempo para divertirse. La comida ofrecida por los vivos puede ser saboreada, y el Pathos corre abundante.
Incluso aquéllos que no tienen familia pueden encontrar algo de sustento en el “dinero del infierno” que los mortales queman en la puerta de las casas para ahuyentar a los fantasmas hambrientos.