Preparando la Navidad

Por Magus

La siguiente aventura para Edad Oscura: Vampiro, esta ambientada en la ciudad de Sofía (Bulgaria), aunque puede trasladarse a otros escenarios europeos. El Narrador puede desarrollarla independientemente o relacionarla con otras Crónicas ambientadas en Transilvania o Constantinopla. Aunque no son necesarios, pueden ser de utilidad los suplementos que describen Bulgaria en Edad Oscura (Transilvania Nocturno, Edad Oscura: Europa) y El Camino del Pecado.

PRESENTACIÓN

1230. Sofía es la ciudad más grande del reino de Bulgaria, que recuperó su independencia hace unas pocas décadas. En estas noches la ciudad prospera, convertida en un importante centro de comercio en Europa Oriental, sobre todo en las rutas terrestres entre el reino de Hungría y los estados sucesores del Imperio Bizantino.
La ciudad está muy bien defendida, los restos de las viejas fortificaciones romanas y bizantinas han sido reforzados y los ríos, además de proporcionar agua en tiempo de asedio, entorpecen el avance de los potenciales invasores. Al oeste de la ciudad, sobre las ruinas de la antigua fortaleza romana se alza el Castillo Serdica. La ciudad también es conocida por sus manantiales subterráneos, que alimentan varias termas todavía utilizadas. La más lujosa es la Casa del Águila, construida al estilo romano y situada al norte del mercado situado en la plaza central.
El gobierno vampírico de Sofía también ha cambiado recientemente. El antiguo Príncipe, que dependía del apoyo bizantino, se ha marchado tras la caída de Constantinopla y un intento frustrado de asesinato. Media docena de los ambiciosos Tzimisce búlgaros intentaron hacerse con el dominio para descubrir que otro poder se les había anticipado.
El nuevo Príncipe es Bela Rusenko, del Clan Capadocio, de origen húngaro, aunque ha aprendido la lengua y cultura búlgaras bastante bien. Aunque su pasado resulta bastante enigmático para los Cainitas de Sofía, es un seguidor abierto del Camino del Pecado, y ha dado la bienvenida a muchos Pecadores en su dominio en los últimos años, que se ha convertido en un centro de reunión habitual para los seguidores de la senda. De hecho, los vampiros Tzimisce de la familia Szantovich, que disponen de varios templos en Bulgaria, han visto con buenos ojos el cambio de gobierno. A pesar de seguir el Camino del Pecado, es poco sociable y apasionado, dedicado a la reclusión y el estudio. La mayoría de los asuntos mundanos están en manos de su chiquillo y chambelán, Ladislav, y de la chiquilla de su chiquillo, Erika. Ambos fueron Abrazados por su capacidad administrativa y para permitir que el Príncipe Bela pudiera dedicarse a sus reservados asuntos personales.

ESCENA UNO: LA SATURNALIA

Independientemente de que hayan llegado a Sofía como visitantes o hayan sido Abrazados, el otoño está a punto de finalizar, y de hecho hace ya varios meses que cayeron las primeras nevadas. Los Cainitas de Sofía se preparan para la llegada del invierno y el Príncipe planea realizar una Saturnalia con ocasión del solsticio de la extinción (aproximadamente en torno al 21 de diciembre).
Aunque se trata de una festividad Pecadora, los Cainitas que sigan otras filosofías también son invitados a participar (aunque se respetará su rechazo). El Príncipe anuncia que durante la noche del solsticio renunciará a su cargo para que sea ocupado durante ese período por el Señor del Desgobierno.
Una tirada de Inteligencia + Política (dificultad 6 para los Pecadores y 8 para los seguidores de otras sendas) revelará que la Saturnalia es una festividad que varía de dominio a dominio pero que se caracteriza por burlarse del orden y las instituciones establecidas. De hecho, en algunos dominios los Pecadores han utilizado la fiesta como herramienta para debilitar el poder de sus enemigos. Es corriente disfrazarse, aunque no es un requisito obligatorio.
La festividad se iniciará en el lugar donde el Príncipe celebra sus audiencias: unas catacumbas situadas bajo una de las termas de la ciudad en desuso por los mortales. Los Cainitas de Sofía han reparado las antiguas instalaciones y han desviado ingeniosamente las aguas termales en torno al trono del Príncipe, rodeado por varios capiteles corintios traídos de las ruinas romanas.
Si los personajes han decidido asistir a la celebración de la Saturnalia llegarán junto a una nutrida asistencia, muchos de ellos disfrazados con máscaras y extraños trajes, algunos elaborados con piezas de otras épocas. No sólo han asistido los vampiros Pecadores de Sofía, sino también de otros dominios de Bulgaria, e incluso los vampiros decadentes o curiosos de otras Sendas. Los Tzimisce son los más numerosos, pero también hay miembros de otros clanes. Oficialmente la festividad comenzará a medianoche, pero mientras aguardan, pueden relacionarse con el resto de los Cainitas, extrayendo toda clase de jugosos rumores. Interpreta las conversaciones o haz una tirada de Carisma + Política (dificultad 7) para extraer diversos rumores:
-Uno de los interlocutores de los personajes habla de cómo el Príncipe rechazó bruscamente los intentos seductores de una visitante Toreador que hace años trató de conquistarle.
-Una facción de Tzimisce de la familia Obertus, que sigue el Camino del Cielo, desaprueba la conducta del Príncipe Bela y constituyen la oposición más visible a su gobierno, aunque han respetado las normas y convenciones sociales.
-Otros voivodas Tzimisce de los alrededores, en especial el antiguo Gabor, están desencantados por el gobierno de Bela, pero su división les ha impedido actuar de forma concertada para expulsarle, y de hecho sus disputas internas les llevan a estorbarse entre sí.
-Por alguna razón Bela y su sire Amalia, que también reside en Sofía, se encuentran enfrentados, aunque lo cierto es que la antigua Capadocia nunca se ha mostrado especialmente comunicativa con los demás Vástagos de la ciudad, pues prefiere dedicarse a sus búsquedas espirituales como una ermitaña. Las iniciales disputas filosóficas entre sire y chiquillo han degenerado en disputas abiertas.
A medianoche aparece el Príncipe Bela, que lleva una corona de zarcillos desnudos y resecos de parra. Ceremoniosamente se acerca al trono y deposita la corona y su manto negro de piel de oso, mostrando que va vestido con ropas de mendigo. Aunque muestra el aspecto cadavérico de los Capadocios, su aspecto es bastante sensual y atractivo. En un gesto de oratoria calculado se dirige a los reunidos y anuncia solemnemente:
Ladislav, el senescal, aparece con un pequeño saquillo de cuero negro, que ofrece a los invitados. Uno tras otro van sacando monedas romanas de cobre con la faz del antiguo dios Baco, hasta que alguien saque una moneda que ha sido manipulada de forma tosca y exagerada y en la que el dios aparece con largos colmillos afilados. El que saque la moneda será nombrado Señor del Desgobierno.
Idealmente debería ser uno de los personajes quien saque la moneda (de hecho puedes improvisar la escena con una pequeña bolsa y con monedas, canicas o dados). El ganador será conducido ceremonialmente por Ladislav hasta el trono, donde él y el Príncipe le pondrán sobre los hombros la capa de piel de oso y la corona seca de parra, y una antigua máscara de la comedia griega, susurrándole que dé comienzo a la ceremonia.
Inmediatamente comienzan a sonar flautas, gaitas y chirimías, y un grupo de ghouls vestidos como ninfas y sátiros entran en escena desde las puertas laterales, comenzando a danzar alrededor del Señor del Desgobierno y aguardando sus órdenes. Si el personaje no sabe muy bien cómo reaccionar el Príncipe le susurrará que es libre de ordenar la fiesta a su antojo. Los ghouls se dispersarán entre los invitados, ofreciendo tentadoramente sus cuerpos a los vampiros. Sin embargo, nadie se alimentará hasta que el Señor del Desgobierno comience. El Príncipe guiará a su “sucesor” a través de los juegos festivos que el Narrador considere oportunos, siempre atento a sus órdenes. Los juegos tienen un contenido ceremonial y sensual sin caer en el mal gusto.

ESCENA DOS: UN FINAL SACRÍLEGO

Cuando los personajes hayan tenido suficiente o poco tiempo antes del amanecer, los Pecadores comenzarán a regresar a sus casas. Sin embargo, cuando estén de camino a sus refugios, un vampiro de los presentes en la fiesta los sobrepasará corriendo, perseguido por un grupo de hombres y mujeres al grito de “¡Sacrilegio! ¡Matadlo!”. A menos que actúen con descripción (Apariencia + Sigilo, dificultad 7), también se convertirán en objetivo de la furiosa muchedumbre.
Con una tirada de Percepción + Fullerías (dificultad 8) los personajes escucharán entre las maldiciones e insultos algo parecido a “han profanado la iglesia”. Si se molestan en investigar, todavía tendrán tiempo antes del amanecer y podrán ver que alguien ha dibujado con tiza blanca un enorme falo en las puertas de la Iglesia de Santa Sofía.
Si los personajes huyen de la muchedumbre o siguen al vampiro fugitivo, no tardarán en perder el rastro de sus perseguidores. Se trata de Nicasius, un joven vampiro del clan Brujah procedente de Atenas, que ha asistido a la festividad de la Saturnalia y que informará jocoso a los personajes del resultado de su “hazaña”. Al parecer este tipo de actos de desprecio hacia las instituciones eclesiásticas y gubernamentales suele ser habitual en las festividades.

ESCENA TRES: ¡VENGANZA!

En la noche siguiente de la Saturnalia el personaje que fue elegido como Señor del Desgobierno continúa con su papel, y el Príncipe Bela le informa de que ha dispuesto una pequeña merienda campestre en el antiguo teatro romano de Sofía. Los ghouls vestidos de ninfas y sátiros cantan y bailan o sacian el hambre de los asistentes mediante elaborados jarros de metal llenos de sangre condimentada para evitar que se coagule. Otros ofrecen sus cuellos sin pudor alguno, y de vez en cuando algunas parejas (o tríos, o cuartetos o…) se levantan y se retiran a lugares discretos donde proseguir sus juegos de forma más íntima.
Aunque el Príncipe se mantiene en un plano discreto, contemplando la escena con aire de satisfacción, mantendrá una educada e interesante conversación con cualquiera dispuesto a hablar con él. Bela Rusenko afirmará que se aproximó al Camino del Pecado desde una vertiente filosófica, afirmando que constituye un método excelente para liberarse de las falsas cadenas que la civilización humana y el apetito primario de la Bestia tienden en los vampiros. Se considera a sí mismo un liberador frente a los juegos de tiranos y débiles.
Por su parte, Ladislav y Erika se aproximarán a los personajes y de forma diplomática se ofrecerán a mantener un encuentro íntimo con ellos, al margen de su apariencia y sexo. Reaccionarán a su rechazo con cierta decepción, pero respetarán su voluntad. Asimismo, los personajes Pecadores pueden entregarse a su deseo invitando a cualquiera de los presentes o participando en los juegos eróticos dispuestos con involuntarios esclavos mortales El Señor del Desgobierno jugará con ventaja y nadie se atreverá a oponerse a su deseo.
De repente Nicasius aparecerá gritando y con mirada enloquecida, en pleno frenesí. El Príncipe lo contemplará con irritación y si el Señor del Desgobierno no reacciona, se acercará a ver lo que ocurre. Nicasius está asustado pero finalmente señala la entrada de una de las catacumbas y dice que él y su compañero de juegos fueron atacados.
El lugar es una pequeña celda situada bajo las gradas que comunicaba con un túnel de salida que actualmente se encuentra cegado de escombros, pero que ofrece una oquedad íntima. En el lugar se encuentra el cuerpo desnudo y decapitado de un joven Cainita en la pared alguien ha escrito en búlgaro y griego la siguiente palabra: VENGANZA.
El cuerpo es retirado discretamente e incinerado por los criados del Príncipe, quien decide hacer un aparte con los personajes, y especialmente el Señor del Desgobierno:
-No todos están de acuerdo con nuestras celebraciones y nuestro deseo de manifestar la libertad y exponer las mentiras en que otros se enredan. ¡No podemos permitir que semejante insulto quede impune! No pienso interrumpir las festividades porque eso sería seguir su juego, pero tampoco dejaré que los asesinos se salgan con la suya.
Os pido que seáis mis sicari. Id y buscad a quienes han traído la sangre a nuestro regocijo. Castigadlo si podéis y si no, regresad para que juntos planeemos nuestra venganza.
Suponiendo que los personajes acepten, podrán dedicarse a buscar a los asesinos, aunque para ello deberán desatender las festividades. Si el Señor del Desgobierno desea acompañar a sus compañeros, el Príncipe se encargará de sustituirlo.

ESCENA CUATRO: RASTRO DE SANGRE

En la tercera noche el Señor del Desgobierno preside una competición de versos satíricos (se recomienda al Narrador que utilice la obra de Catulo y otros autores romanos clásicos). Los personajes pueden participar tanto tiempo como deseen pero no deben olvidar que el Príncipe les ha encargado que descubran al culpable de asesinar a uno de sus súbditos. Las vías de investigación pueden seguir diversas direcciones:
Nicasius: Si es interrogado, el joven vampiro del clan Brujah afirmará que él y su amante fueron atacados por una especie de sombra, y que el asesino tenía la piel muy blanca “como el mármol” y era muy fuerte. No conoce el nombre de su amante, y curiosamente, ninguno de los presentes puede identificarlo.
El cadáver: Debido a su juventud, el cadáver del vampiro asesinado no se ha descompuesto. No muestra ninguna señal distintiva de ningún linaje. Si alguien utiliza algún poder de Auspex o Nigromancia para deducir su identidad, arrojará visiones fragmentadas y confusas y un nombre: Janos.
La celda: El lugar del asesinato está manchado de sangre coagulada. Desgraciadamente el lugar se encuentra “contaminado” psíquicamente por el jolgorio y la festividad próxima. El uso de Auspex o Nigromancia revela un círculo sombrío del que surgen dos manos blancos que agarran a Janos con tanta fuerza que le arrancan la cabeza.
Al margen del uso de poderes, el lugar está sorprendentemente gélido. Una tirada de Percepción + Investigación (dificultad 8), revela un pequeño colgante de hueso de gato.
La ciudad: No hace falta decir que el predominio de los Pecadores en Sofía tiene su oposición:
-Una monja bizantina llamada Elsbetta Obertus, del clan Tzimisce, representa a los escasos creyentes de la ciudad. Procuran permanecer al margen de los Pecadores y negarán cualquier participación en el crimen.
-Amalia, del clan Capadocio, sire de Bela Rusenko. Esta antigua vampira también rechaza la filosofía de los Pecadores, pero prefiere mantenerse al margen como una ermitaña. Se la ve en público en raras ocasiones, y de hecho si los personajes la buscan, no la encontrarán (no se encuentra en la ciudad desde hace semanas).
-Los propios mortales: es posible que el atrevimiento blasfemo de Nicasius haya provocado la respuesta de un mortal especialmente perceptivo de la naturaleza de los vampiros. Sin embargo, aunque los mortales están agitados por la pintada obscena en la puerta de la Iglesia de Santa Sofía, no parecen conscientes de lo que ocurre en las sombras del teatro romano. Buscar a un posible cazador entre ellos es como buscar una aguja en un pajar. Sin embargo, entre los eclesiásticos de Sofía hay un grupo de cazadores ortodoxos, procedentes del monte Athos. Los personajes pueden descubrir su presencia…o pueden ser descubiertos por ellos, lo que podría dar lugar a una subtrama paralela o a otras historias en el futuro.

ESCENA CINCO: MAGNICIDIO

Mientras los personajes estén investigando lejos del teatro, el Señor del Desgobierno es atacado. Uno de los sátiros que ameniza la fiesta, un hombre vestido con pantalones de piel de cabra y una máscara elaborada a partir de una cabeza disecada de chivo, muestra señales de embriaguez y comienza a tambalearse grotescamente mientras murmura incoherencias. Poco a poco se acerca al Señor del Desgobierno y de repente, saca de sus pantalones un puñal retorcido y se abalanza sobre él.

Sátiro
Atributos: Fuerza 4, Destreza 3, Resistencia 3, Carisma 0, Manipulación 0, Apariencia 0, Percepción 3, Inteligencia 2, Astucia 3
Habilidades: Esquivar 2, Pelea 3, Armas C.C. 2
Disciplinas: Celeridad 2, Potencia 2

Independientemente de que el Señor del Desgobierno sea uno de los personajes o su sustituto, el sátiro consigue asestar el primer golpe por sorpresa, pero tras dos turnos de indecisión, varios de los vampiros presentes se abalanzan sobre él. No parece afectado por el uso de Disciplinas mentales o no, e independientemente de que sea sometido o no, al quinto turno se desplomará con una siniestra carcajada.
El sátiro está muerto y cuando se le retira la máscara de chivo, mostrará el rostro de un hombre desconocido –no se trata de uno de los ghouls del Príncipe. Sus mirada vidriosa muestra una expresión de locura y una sonrisa desencajada de la que se escurre una baba verdosa y sanguinolenta.
-Investigando un poco se puede averiguar que el hombre es un molinero de la ciudad llamado Boris, y a partir de sus allegados puede saberse que un hombre extraño y embozado con una túnica negra de monje le pagó para que trabajara como mozo de carga a su servicio. Sus vecinos y parientes no volvieron a saber de él desde hace tres días, y hay quien murmura que el monje era el diablo disfrazado que venía a buscar el alma de Boris.
-Una tirada de Percepción + Herbolaria (dificultad 7) indica que la hoja del puñal está bañada en un veneno muy complejo, elaborado con diversas variedades de hierbas que se pueden adquirir en la zona y otras algo más exóticas. Estas hierbas pueden encontrarse o bien en una botica de Sofía o en el hospital ortodoxo que dirigen un grupo de monjes. En ambos casos se descubrirá que ambos lugares fueron visitados por un misterioso “monje negro”. Respecto al veneno…si el Señor del Desgobierno fue golpeado con el puñal haz que haga una tirada de Resistencia (dificultad 7). Si la falla sufrirá tres niveles de salud adicionales cada noche hasta que caiga en letargo o purgue la sangre envenenada de su sistema.

ESCENA SEIS: EL MONJE NEGRO

La siguiente noche de las Saturnalias tiene lugar en unas antiguas termas. Aunque normalmente el suelo permanece seco para otros usos, para esta ocasión los servidores del Príncipe han desviado varias fuentes de agua termal y por un tiempo recuperan su vieja función. Los vampiros pueden gozar de la sensación del agua caliente, bañarse y continuar con sus decadentes juegos sin ningún pudor. Aunque las ninfas y sátiros continúan tocando música y amenizando la velada, ahora llevan los rostros bien al descubierto, y hay un ligero aliño de desconfianza en el ambiente. Todas las miradas están fijas en el Señor del Desgobierno con cierta antelación morbosa, como si se esperara que fuese atacado en cualquier momento.
Sin embargo, para desilusión de algunos, la velada en esta ocasión transcurre tranquila, más allá de los juegos organizados previstos. Cuando los vampiros comienzan a retirarse hacia la seguridad de sus refugios, los personajes podrán percibir sin problemas una figura vestida con hábito negro y encapuchado que se escurre por una de las cámaras laterales.
Si los personajes lo siguen terminarán llegando a las calles de Sofía, donde podrán verlo dirigiéndose hacia la plaza mayor de la ciudad. A menos que lo sigan con cierto Sigilo, el “monje negro” (tira 7 dados de Percepción + Alerta) detectará a sus perseguidores y se dará la vuelta:
-¿Por qué me seguís?
Mientras no se realicen movimientos bruscos o agresivos, el monje negro no huirá, aunque procurará mantenerse a una distancia prudencial. Ante las preguntas se mostrará bastante desconfiado, y como mucho se limitará a decir que se llama Justino de Corinto, descendiente del Clan de la Luna y que se encuentra de visita en Sofía para la Saturnalia.
Si se le acusa del asesinato de Janos y del intento de asesinato del Señor del Desgobierno, acusará a los personajes de paranoicos y se marchará –o lo intentará…si los personajes tratan de impedírselo inevitablemente llegarán a las manos. Si se lo llevan al Príncipe Bela, éste agradecerá la ayuda de los personajes y tras una sesión de torturas desvelará que se trata del asesino y lo destruirá bajo los rayos del sol.
Si los personajes siguen a Justino sin que lo sepa, los llevará a su refugio, una casa de piedra bastante lujosa atendida por una familia cuyo padre conoce la naturaleza del vampiro y le sirve voluntariamente a cambio de su sangre. Un poco de Investigación puede revelar que Justino llegó hace algunos años, pero no es un habitante permanente de Sofía, sino que ha ido y venido en varias ocasiones.

ESCENA SIETE: DESENLACES

Tras una serie de ceremonias la Saturnalia llega a su fin. El Señor del Desengaño debe ceder su corona, apagar la vela que simboliza el solsticio de invierno y realizar las libaciones rituales. Los visitantes regresan a sus refugios y todos los Pecadores se dan la paz. Sin mayores incidentes, los personajes deberían haber llegado a una conclusión sobre los incidentes que alteraron el curso de las ceremonias.
-En un enfrentamiento con Justino, éste tratará de huir a la mínima oportunidad, abandonando Sofía precipitadamente y desapareciendo en una emboscada. Sin embargo, la acción de los personajes no pasará desapercibida, y tal vez Justino o alguno de sus aliados deseen ajustar cuentas en futuras historias.
-Si los personajes capturan a Justino pero no lo entregan al Príncipe y lo interrogan, finalmente éste acabará cediendo –sobre todo si se juega su no vida. Afirmará que está vigilando a Bela Rusenko, pues afirman que en su seguimiento del Camino del Pecado se ha desviado hacia sendas oscuras. Todavía no ha encontrado pruebas.
-Mientras los personajes no acusen a Justino directamente, pueden tratar de ganarse su confianza, y también les revelará por qué está vigilando al Príncipe. Si los personajes confían en él y también le revelan que están investigando por orden del Príncipe y al misterioso “monje negro” que han encontrado en sus pesquisas, Justino reirá: “Seguro que ese zorro húngaro me ha descubierto, pero como deshacerse de mí directamente levantaría sospechas os está utilizando para que le hagáis el trabajo sucio. Seguro que lo ha preparado todo para que las pistas os lleven hasta mí.”. En este caso, Justino les dirá a los personajes que abandonará Sofía y que le digan al Príncipe que le han destruido. De esta forma ellos podrán cobrar su recompensa y él podrá regresar discretamente cuando llegue la ocasión.
-Si los personajes expulsan a Justino o no consiguen interrogarlo, el Príncipe Bela Rusenko de todas formas reconocerá su esfuerzo y les entregará a cada uno un ghoul de su servicio personal. Si capturaron a Justino o lo destruyeron les ofrecerá una recompensa mayor: derecho a crear un chiquillo, copias de fragmentos “Del Hambre y su satisfacción” (la Biblia del Camino del Pecado), copias de fragmentos del Libro de Nod, instrucción en las Disciplinas de Auspex y Fortaleza.

CONCLUSIÓN

Tal y como se ha establecido en la aventura, existen varios seguidores del Camino del Pecado que desconfían del Príncipe Bela Rusenko y sospechan que es un infernalista, pero todavía no han podido demostrarlo. Sin embargo tienen razón: el Príncipe de Sofía es un adorador del demonio Kupala, pero hasta el momento ha sido muy discreto y astuto y sus enemigos no han encontrado evidencias de su infernalismo. Sus chiquillos han sido instruidos en el Camino del Pecado y también ignoran el secreto de su sire, aunque éste los ha Juramentado con Sangre en secreto para asegurarse su fidelidad.
Recientemente el Príncipe descubrió la presencia de Justino, y decidió tomar medidas para eliminar su vigilancia, y al mismo tiempo que preparaba las festividades de la Saturnalia también preparó una elaborada Mascarada para hacer recaer sospechas sobre él, y con este fin reclutó a los personajes. Hizo que uno de sus aliados demoníacos asesinara al joven vampiro Janos, al que había Abrazado y preparado, y vestido con la túnica monacal de Justino preparó el veneno y el atentado contra el Señor del Desgobierno. De esta forma azuzó a los personajes hacia el espía, con la esperanza de poder deshacerse de él de forma “accidental”. Que sus planes tengan éxito o no depende de la acción de los personajes, que bien pueden volver a ser utilizados en el futuro o pueden unirse a la facción de Pecadores que desconfía de las intenciones del Príncipe, participando en los juegos de poder de Sofía.

…Y lejos, en las profundidades de la tierra profanada, el demonio Kupala esbozó una sonrisa inhumana. Las montañas sufrieron un ligero temblor. Todavía estaba lejos el día en que sería liberado, pero las piezas seguían moviéndose lentamente, en el gran tablero de ajedrez del mundo, hacia la jugada que rompería las cadenas de su prisión.

DRAMATIS PERSONAE

Bela Rusenko, Príncipe de Sofía

Nacido en una acaudalada familia de Hungría en el siglo XI, Bela fue educado por su tío, un sacerdote católico. Su mente preparada y aguda absorbió el conocimiento, aunque personalmente le importaba poco la fe. Su inteligencia y conocimiento de asuntos espirituales atrajo a la antigua Amalia de Tracia, que creía que el Abrazo despertaría la devoción en su interior, pero se equivocó.
Bela rechazó a su sire a pesar de su mutuo Juramento de Sangre y Abrazó el Camino del Pecado, pero buscó una instrucción más avanzada entre los Cainitas de Hungría. Contactó con Octavio, el profeta Malkavian y portavoz del demonio Kupala, que lo instruyó en su adoración. Tras varias décadas de adoctrinamiento ascendió en los elementos más depravados del Camino del Pecado y decidió convertirse en el avatar no muerto del oscuro y hambriento Kupala, que está seguro de que le guía en sueños.
El ascenso al dominio de Sofía simplemente es un paso más en sus ambiciones, dedicándose a probar diversos métodos para liberar al demonio de su prisión. Tampoco ha dudado en entregar su propia alma para aumentar su poder personal y convertirse en un digno recipiente de su amo.
Bela es un hombre pálido de unos cuarenta años, de rostro pálido y cadavérico, largo cabello oscuro y ojos negros. Sus rasgos afilados y su nariz aguileña le proporcionan un aire depredador que acentúa su mirada atenta. Suele vestir con hábitos sacerdotales grises y siempre adopta un aire cortés y académico. Es un hombre muy instruido que afirma abordar el Camino del Pecado desde su contenido esotérico-filosófico, como una herramienta moral para superar las limitaciones que humanidad y Bestia imponen sobre la condición vampírica.
Clan: Capadocio
Generación: 7ª
Disciplinas: Auspex 4, Dominación 3, Fortaleza 3, Mortis 5, Taumaturgia Oscura 4
Sendas de Mortis: la Podredumbre de la Tumba 5, Animación Cadavérica 3, El Cadáver en el Monstruo 3, Nigromancia 2
Sendas de Taumaturgia Oscura: Senda de Fobos 4, Taumaturgia Espiritual 3, Llamas Infernales 2, Cadenas de Placer 2
Camino del Pecado (Senda de los Aullidos): 7

Ladislav

Frente a la austeridad académica del Príncipe Bela, su chiquillo Ladislav constituye el contrapunto sociable y extrovertido. En vida fue un comerciante serbio que perdió casi toda su fortuna durante el saqueo de Contantinopla en 1204. Huyó a Sofía, donde el Príncipe lo Abrazó por su habilidad como administrador, y lo instruyó en el Camino del Pecado, una moralidad de la que ha disfrutado en sus aspectos más decadentes, pero en la que no ha conseguido profundizar en sus niveles más metafísicos. Desde su Abrazo ha desarrollado una lujuria por los jóvenes atractivos, y a menudo suele tantear a los Pecadores de visita en la ciudad para ver si son receptivos a sus avances.
Ladislav es un hombre de unos cuarenta años, no excesivamente atractivo, aunque su cuerpo se encontraba sano y en buena forma cuando fue Abrazado. Es extremadamente pálido, incluso para alguien de su clan, lo que ha llevado en ocasiones a que los Vástagos lo consideren albino. Su cabello es rubio, casi blanco, y sus grandes ojos azules están llenos de gran vivacidad. A pesar de su lujuria y sus decadentes apetitos es un individuo servicial y amable.
Clan: Capadocio
Generación: 8ª
Disciplinas: Auspex 3, Dominación 2, Fortaleza 2
Camino del Pecado (Senda del Placer): 5

Erika

Erika era una prostituta germánica que acompañó a uno de los caballeros de la Cuarta Cruzada que pereció en batalla contra los búlgaros en 1205. El campamento de los cruzados fue saqueado y Erika fue capturada y vendida como esclava.
Fue adquirida por el Príncipe Bela Rusenko y convertida en ghoul, y posteriormente entregada a su chiquillo Ladislav, quien “jugó” con ella hasta que cuando el Príncipe le dio permiso para transmitir su sangre, la Abrazó. Erika ha aprendido a sobrevivir, y aunque la mayoría de los Vástagos de Sofía la consideran una neonata frívola y sin importancia, lo cierto es que es toda una superviviente social y conoce mucho sobre los manejos políticos del dominio, procurando mantener informado al Príncipe. Aunque es una seguidora de la filosofía del Pecado, todavía sigue esperando encontrar un afecto verdadero, y dejar de ser el juguete de otros.
Erika es una joven de unos veinte años, delgada y especialmente hermosa, con una piel pálida y cadavérica pero que procura oscurecer mediante maquillaje. Su larga cabellera es de un hermoso tono aureorrojizo y sus ojos son azules. Suele vestir con todo tipo de vestidos que realzan su figura y le encanta la joyería.
Clan: Capadocio
Generación: 9ª
Disciplinas: Auspex 2, Fortaleza 2, Potencia 1, Presencia 1
Camino del Pecado (Senda del Placer): 5

Nicasius

En vida Nicasius era un joven buscavidas atolondrado y su Abrazo a manos de un vampiro occidental que llegó con los cruzados no lo ha mejorado mucho. Su carácter rebelde y díscolo lo llevó a seguir el Camino del Pecado, pero la mayoría de los sacerdotes del Camino no lo consideran un digno seguidor. La verdad es que de momento para Nicasius el Camino del Pecado es una excusa para rebelarse de forma bastante necia contra el orden establecido. Sólo el tiempo dirá si consigue encauzarse o cae en medio de la Yihad como tantos otros.
Nicasius es un hombre joven de unos veinte años, que todavía conserva el tono sonrosado del Abrazo. Sus rasgos son suaves, su cabello corto y negro y sus ojos oscuros, mostrando una vivacidad y un dinamismo poco habitual entre los Vástagos. Sus actos suelen estar mas bien motivados por el impulso y el capricho espontáneo que por un deseo deliberado.
Clan: Brujah
Generación: 11ª
Disciplinas: Celeridad 2, Potencia 2, Presencia 2
Camino del Pecado: 5

Justino

Al principio las comunidades de vampiros Pecadores de Europa Oriental dieron la bienvenida al ascenso de Bela Rusenko como Príncipe de Sofía, pero su comportamiento y extraños rituales dieron lugar a varias sospechas entre un grupo de seguidores del Camino del Pecado dedicados a purgar el mundo de infernalistas, que decidieron infiltrar un espía en Sofía para determinar la verdad de los rumores y sospechas en torno al Príncipe.
Justino era un monje ortodoxo de Serbia, que conoció la doctrina de los bogomilos, pero en lugar de caer en la herejía decidió que tanto los herejes como la Iglesia oficial estaban equivocadas. Si hubiera tenido suficiente tiempo posiblemente habría dado lugar a una nueva herejía, pero un vampiro le dio el Abrazo y le enseñó que hasta la propia doctrina que estaba elaborando estaba equivocada.
Justino lleva más de un siglo en el Camino del Pecado, cuestionando y poniendo a prueba a los virtuosos y dedicándose a cazar infernalistas. Lleva varios años en Sofía pero todavía no ha conseguido encontrar pruebas del infernalismo del Príncipe, aunque sí ha determinado que Bela Rusenko es un individuo escurridizo y muy astuto.
Justino es un joven delgado y pálido de veintitantos años, pero con barba y bigote oscuros y largo cabello, debido a su origen monástico. Sus ojos son vivaces y desconfiados y sus labios gruesos y rojos. Suele vestir con una largo hábito negro con capucha.
Clan: Malkavian
Generación: 10ª
Disciplinas: Auspex 2, Celeridad 2, Dementación 1, Potencia 2, Ofuscación 3
Camino del Pecado (Senda del Adversario): 6
Notas: El Trastorno de Justino se manifiesta como una tendencia a cuestionarlo todo y llevar la contraria siempre que alguien se muestra especialmente firme en sus convicciones.

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